Por Alfredo Peña R.
Fue una verguenza y una humillación ver jugar a esta selección chilena comandada por Ricardo Gareca.
Malos tecnicamente, lentos, sin ganas, casi sin interés, trotones en la cancha, torpes en las entregas del balón (el segundo gol es un reflejo).
Hay que ser claros: Chile no va a ir al mundial por su pésimo desempeño en las distintas canchas. Porque es una generación que no puede enfrentarse a jugadores que están en ligas superiores. Bien merecido no ir al mundial con estos jugadores. ¿A qué vamos a ir al mundial? A pasar verguenza, ser humillados. Preferible mirarlo por la TV y esperar mejorar para el próximo mundial.
Una verdadera verguenza....
EL PARTIDO MISMO
El duelo en Barranquilla comenzó con todo en favor del equipo anfitrión, que además estrenó nueva indumentaria y rápidamente volcó su dominio sobre territorio rojo.
La primera alerta para el arco defendido por Brayan Cortés fue a través del defensa Davinson Sánchez, quien a los 16 minutos cabeceó en área chica luego un tiro libre de James Rodríguez, pero su remate encontró la resistencia del meta chileno.
Aquel aviso finalmente se concretó en anotación, ya que a los 34’ se repitió la fórmula y Sánchez festejaría su gol tras otro gran centro de James Rodríguez y un doble cabezazo dentro del área que, con una cuota de suerte, se desvió hacia el fondo del arco chileno.
Una de las polémicas ocurrió poco antes del pitazo del medio tiempo, con un codazo que recibió Thomas Galdames y que fue revisado por el VAR, instancia que llamó el árbitro venezolano Jesús Valenzuela, pero éste se mantuvo firme en su decisión inicial y solo amonestó a Jhon Córdoba.
Tras un evidente gol en posición de adelanto del propio Córdoba, culminaron los primeros 45, con una Colombia que obtuvo premio con el 1-0 arriba y con un Chile lleno de dudas al descanso.
LA HUMILLACIÓN EN EL SEGUNDO TIEMPO
En el complemento, el técnico Ricardo Gareca envió al campo a Marcelo Morales en lugar de Thomas Galdames, un cambio en el lateral izquierdo buscando mayor vocación ofensiva en ese puesto.
La situación adversa no cambió para la Roja, que apenas a 7 minutos de reanudado el juego, volvió a sufrir con una anotación colombiana.
A los 52’ fue Luis Díaz quien sentenció el 2-0, tras un tremendo error defensivo en la salida chilena, con un pase de Benjamín Kuscevic que fue interceptado por James Rodríguez, quien, a su vez, encontró al volante de Liverpool que no desaprovechó frente al pórtico de Cortés.
Ya con la moral más abajo, el equipo de Gareca intentó acercarse al arco de Camilo Vargas, pero sin claridad. A esas alturas el dominio de balón (64%) y los disparos de Colombia era totales: 14 versus apenas 2 de Chile.
Las estadísticas fueron un reflejo de lo sucedido en cancha y ni los ingresos de Gonzalo Tapia, Maximiliano Guerrero y Lucas Cepeda pudieron cambiar el curso de la derrota.
Más aun después del 3-0 de los cafeteros, que llegó a los 82 minutos luego de un contragolpe encabezado por Luis Sinisterra y finiquitado por Jhon Duran, quien de zurda fusiló a un Cortés que poco pudo hacer.
El 4-0 cayó casi por inercia en los descuentos, en un gol convertido por Sinisterra y que fue revisado durante largos minutos por el VAR, agudizando aún más la agonía chilena en Barranquilla.
Con este resultado, la Selección Chilena quedó sin chances de salir del sótano de las Eliminatorias Sudamericanas con solo 5 puntos, producto de 1 triunfo, 2 empates y 7 derrotas, cuatro de ellas de manera consecutiva y desde el arribo de Ricardo Gareca a la banca nacional.