El Betis no tuvo que valerse de la posesión para dominar al Barcelona. Aguantó el aguacero los primeros cinco minutos y comenzó a imponerse. Presión alta, numerosos jugadores en área contraria, atentos al error en la salida. Y en fase defensiva, prestos para aprovechar el contragolpe. Así sometieron a los culés. Así retrataron al Barcelona en el propio Camp Nou, según nota de El Deportivo.
El ingreso de Arturo Vidal al inicio del segundo tiempo era un cambio necesario luego de que el Betis ganara el mediocampo y sus contragolpes se tornaran incontrarrestables. Pero el chileno, como acostumbra cuando pisa la cancha, actuó como revulsivo y se situó casi como un delantero extra. No acompañó a Busquets ni a Rakitic en la zona del mediocampo. No. El ex Juventus ingresaba al área en busca del cabezazo, del centro atrás, de la pelota perdida. Vidal quería el gol.
Su adelantamiento era necesario, así como el riesgo que surgía del espacio en la mitad de la cancha. A tales alturas el Barcelona ya perdía 0-2 tras buenos contragolpes del club sevillano. Primero Carvalho filtró espectacularmente para Firpo, a quien no le importó la marca de Sergi Roberto para definir al primer palo del alemán. Y luego el incansable Joaquín remató desde el centro del área tras pase de Tello, ex culé y figura del partido.
Por tal urgencia, los azulgranas convirtieron en un monólogo los primeros pasajes del complemento, aunque sin lograr la profundidad ni mucho menos el descuento. El Betis, como lo hizo durante los primeros 45′, esperaron el contragolpe para matar. Y a los 64′ pudieron hacerlo, pero ter Stegen desvió un tiro en área chica.
Cuatro minutos después, Messi iniciaba una eventual remontada desde el punto penal, pero que quedó en nada. Y es que el portero alemán, que en tantas jornadas se muestra infalible, hoy falló en el remate de Lo Celso al permitir que la pelota se le pasara entre las manos.
El partido parecía cerrado, pero el chileno tenía algo que decir. A diez minutos del final se deslizó para convertir un pase de El Haddadi, y en los descuentos asistió a Messi para el tercero de lo catalanes. El problema, claro, es que luego de su gol nuevamente el Betis había aumentado la ventaja por medio de Canales y otra displicencia de la zaga blaugrana.