El Banco Mundial advirtió que la crisis económica del coronavirus, que aumenta cada vez más en la mayoría de los países del mundo, podría llevar a 60 millones de personas de vuelta a la extrema pobreza.
“La pandemia y el cierre de las economías avanzadas podrían llevar a 60 millones de personas a la pobreza extrema, borrando gran parte del progreso reciente logrado en el alivio de la pobreza”, señaló David Malpass, presidente del Banco Mundial, en un comunicado de prensa.
Junto a ello, indicó que el desempleo podría afectar a cientos de millones de personas ante la aguda contracción económica que vislumbra para el 2020.
El Banco Mundial define “pobreza extrema” como vivir con menos de US$ 1,90 ( unos 1.500 pesos chilenos) por persona al día.
Esto supondría, como ya advirtió el administrador del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, Achim Steiner, un retroceso en la lucha contra este problema que hoy sufren 736 millones de personas, según la ONU.
Asimismo, presidente del Banco Mundial destacó además que la institución ha establecido operaciones de emergencia con un centenar de países en desarrollo, que acogen al 70% de la población mundial.
De ellos, 39 se encuentran en África subsahariana y casi una tercera parte corresponden a proyectos en contextos frágiles o conflictivos como Afganistán, Chad, Haití y Níger.
De la misma forma, Michelle Bachelet, alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, y Solomon Dersso, presidente de la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, expresaron su preocupación particularmente con África.
“Esta crisis de salud, junto con la carga de la deuda del continente y sus economías ya frágiles, amenazan con drenar aún más las reservas, paralizar los esquemas de creación de empleo nacientes y aniquilar las ganancias logradas en el desarrollo social y los esfuerzos para industrializarse”, expresaron en un comunicado.
“Esto podría llevar a millones de personas más a la necesidad y la pobreza, con consecuencias catastróficas para los derechos humanos de los más vulnerables, incluidos los pobres, las mujeres y los niños”.
Por lo que pidieron un mayor acceso a diagnósticos y terapias. Además solicitaron a los acreedores de los países africanos que congelen o alivien las deudas de esos países.