El gobierno de Francia determinó que este 31 de diciembre se desplegarán unos 100.000 policías y gendarmes. El ejecutivo de Emmanuel Macron busca impedir fiestas, reuniones y protestas con quema de vehículos. Los agentes deberán hacer efectiva la restricción de movimiento durante la celebración del año nuevo.

El ministro del interior Gérald Darmanin dijo que los uniformados harán cumplir el toque de queda desde las 20:00 y hasta las 6:00 horas. El secretario de estado explicó que es una “lucha contra las reuniones públicas no autorizadas y el fenómeno de la violencia urbana”. El operativo se centrará en los grandes centros urbanos.

La policía y los gendarmes se concentrarán en los centros de las ciudades y en ciertos barrios. La cantidad de agentes desplegados es la mismo que se hizo el año pasado. Darmanin pidió a los jefes de policía local que impongan prohibiciones a la venta de combustible o alcohol. En el 2019 se quemó un récord de 1.457 autos en Francia.

El vocero del gobierno, Gabriel Attal, dijo que no planifican cierres locales para contener al Covid-19. El funcionario agregó que disminuye la esperanza de una reapertura rápida y que el toque de queda puede endurecerse. The Guardian informa que Attal comentó que vigilan a 20 departamentos franceses donde los contagios aumentan.