El caos desatado afuera del Congreso argentino por el enfrentamiento entre manifestantes con la Policía se recrudeció mientras en la Cámara de Diputados la oposición pedía al oficialismo cancelar la sesión en la que se debate la polémica reforma de pensiones impulsada por el Gobierno.
Hasta las 17.00 hora local (misma hora en Chile), los disturbios habían dejado al menos 15 policías heridos de distinta consideración, con traumatismos oculares y de cráneo y politratumatismos, que fueron trasladados a centros hospitalarios, explicaron fuentes del Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad.
Además, un total de 8 civíles fueron llevados a diversos hospitales.
La situación se desbordó al punto de que, aunque se dispuso que al frente del operativo de hoy estuviera solamente la Policía de Buenos Aires, a cargo del Gobierno local, finalmente se decidió la llegada de agentes de la Policía Federal y de la Gendarmería, fuerza de naturaleza militar que depende del Ejecutivo nacional.
Antes del comienzo de la sesión, a las 14.00 horas los manifestantes, convocados por las organizaciones sociales y sindicales, se empezaron a enfrentar a la Policía arrojando piedras y botellas.
Sin embargo, los hechos se fueron recrudeciendo luego de que comenzaran a tirar petardos, quemar objetos y agolpar el vallado que cerca el Palacio Legislativo.
Es así que la Policía comenzó a disparar balas de goma y arrojar gas pimienta.
Estos sucesos se producen después de que el pasado jueves, cuando se iba a debatir el proyecto en otra sesión, se diera un enfrentamiento entre gendarmes y manifestantes que dejó decenas de heridos y varios detenidos.