A 11 días de las elecciones generales en Argentina, Mauricio Macri recibió este miércoles otra mala noticia: la inflación de septiembre fue del 5,9% mensual en septiembre y la interanual se situó en el 53,5%. El aumento de precios, el mayor en lo que va de año, está vinculado a la brusca devaluación sufrida por el peso después de las elecciones primarias del pasado 11 de agosto, cuando el dólar pasó de costar 46 pesos a 59.
A diferencia de la tendencia de los meses anteriores, la subida del precio de los alimentos difundida por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) estuvo por debajo de la media, un 5,7% mensual. La moderación del aumento fue consecuencia de la eliminación del IVA para productos de la canasta alimentaria básica, como leche, pan, arroz y aceite, entre otros.
Esta medida gubernamental se sumó a otras aprobadas por el Gobierno de Mauricio Macri en el último mes y medio para aumentar el dinero en el bolsillo de los argentinos, castigado por la caída de los salarios, la destrucción de empleos y el aumento de gastos como luz, agua, gas y transporte. El Ejecutivo aprobó una exención extraordinaria de impuestos para los trabajadores formales y la entrega de un bono de 5.000 pesos (85 dólares) para los empleados estatales, entre otras medidas.
El presupuesto para 2020, con el que se manejará el próximo Gobierno, considera que el actual repunte inflacionario es temporal y estima que el año próximo la subida de precios rondará el 34%. Según los cálculos oficiales, el Producto Interior Bruto crecerá cerca de un 1% después de dos años consecutivos de retracción.
Las proyecciones del FMI posiblemente vuelvan a cambiar una vez se conozca el resultado electoral y el nuevo Gobierno defina el rumbo económico.