El Presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, firmará este martes un decreto que flexibilizará la posesión de armas de fuego, una de sus principales promesas de campaña, informó la Casa Civil (jefatura del gabinete).
“El decreto se firmará en una ceremonia en (el palacio presidencial de) Planalto”, a las 11.00 locales, indicó la oficina de comunicación de la Casa Civil. En el evento participará el ministro de Justicia, Sergio Moro.
El decreto entrará en vigencia inmediatamente después de que sea publicado en el Diario Oficial de la Unión, explicó a la AFP una fuente de la Casa Civil.
Aunque trascendieron pocos detalles de su contenido, en líneas generales busca flexibilizar el “Estatuto sobre el desarme” que entró en vigor a fines de 2003, restringiendo el acceso a las armas e imponiendo varias trabas administrativas para habilitar la posesión de armas.
Según la prensa brasileña, la medida ampliará, por ejemplo, el tiempo de duración del permiso para posesión de armas, para que su vigencia pase de 5 a 10 años.
Bolsonaro defiende la flexibilización de la posesión de armas para “personas de bien” como un modo de combatir la rampante ola de violencia en este país de más de 200 millones de habitantes.
Brasil es uno de los países más violentos del mundo, con un récord de 63.880 homicidios en 2017, un promedio de 175 por día y una tasa de 30,8 por cada 100.000 habitantes.
El Mandatario aseguró que buscará “garantizar” la posesión de armas de fuego para quien no tenga antecedentes criminales y “hacer su registro definitivo”.
La posesión de armas de fuego en casa es permitida, según el Estatuto sobre el desarme, para mayores de 25 años sin antecedentes criminales, con una ocupación lícita, capaces de comprobar la capacidad técnica y psicológica para su uso y de justificar su necesidad.
La aprobación recae sobre la Policía Federal. Este procedimiento es válido apenas para la posesión del arma y no para el porte fuera del domicilio, reservado principalmente a militares, policías y personal del ramo de seguridad.
En 2005, casi el 64% de los brasileños rechazó por referéndum una ley que pretendía establecer una prohibición total de la venta de armas en Brasil.