Cada día niñas y niños se ven obligados a dejar atrás su infancia, para enfrentarse a violentas situaciones en zonas de conflicto, en las que son víctimas de trabajados forzados armados, estando algunos directamente en la línea de combate, otros desempeñándose como cocineros, mensajeros o transportador de mercadería, o siendo utilizados para ataques suicidas.
Las niñas por otro lado, normalmente son reclutadas con fines sexuales para matrimonios forzados, según informó Unicef. Algunos son secuestrados y otros se unen debido a la pobreza, malos tratos, la presión de la sociedad, o el deseo de vengarse de la violencia en contra de ellos o sus familias.
Child Soldiers International, informó que el número de niños usados en conflictos armados en todo el mundo se ha duplicado desde 2012. Además, alertó de una creciente utilización de niñas y de un aumento de los casos de explotación sexual.
Los conflictos armados en Medio Oriente, así como en Somalia, Sudán del Sur, República Democrática del Congo (RDC) y República Centroafricana (RCA), entre otros lugares, "están dejando a los niños cada vez más expuestos al reclutamiento", denunció la organización. En el marco del Día Internacional contra el Uso de Niños Soldados, que se conmemora hoy, la ONG constató, a partir de informes entre 2012 y 2017, que hubo un total de 29.128 casos de reclutamiento en 17 países y una tendencia al alza en el próximo periodo.
Por otra parte, también reveló una creciente explotación de niñas. En este sentido, en 2017 se contabilizaron 893 casos de menores vinculadas con grupos armados, cuatro veces más que las 216 registradas en 2012. A ellas se les asignan principalmente labores de apoyo y se mantienen alejadas del frente, lo que hace que no se les vea como asociadas al conflicto tanto por los propios grupos como por las comunidades.
Esto dificulta la labor de organizaciones para poder tener datos fidedignos de cuántas son las que están en riego. Como consecuencia de ello, según Child Soldiers International, las niñas suelen quedar fuera de las estadísticas oficiales y pasan inadvertidas para las organizaciones de protección. Es por esto que se sospecha que el número oficial sería mucho mayor.
"El reclutamiento de menores es una de las cuestiones de derechos humanos más desesperadas de nuestra época", sostuvo la directora de Child Soldiers International, Isabelle Guitard, quien advirtió que los datos "solo rascan la superficie de la verdadera escala de la explotación infantil por actores armados en todo el mundo".
Secuelas físicas y emocionales Según informó Unicef, las peores consecuencias para los niños por el reclutamiento son físicas, donde muchos son mutilados, sufren desnutrición o incluso enfermedades de transmisión sexual. En el caso de las niñas, muchas se quedan embarazadas por violaciones.
También sufren de traumas emocionales, ya que el hecho de haber presenciado fuertes actos de violencia o tener que cometerlos ellos mismos, les puede atormentar si no los ayuda un profesional. Muchas veces la primera prueba que se les da como soldados, es matar a sus propios padres para así romper con el vínculo familiar.
Dentro del informe, se detectaron casos de niñas que mientras buscaban leña para sus hogares, fueron violadas en Birmania o en Somalia, aumentando el alza de violencia sexual a un 40%. En Sudán del Sur, 13 niñas fueron víctimas de una violación grupal por parte de personas armadas.
"Los datos son preocupantes pero solo representan la punta del iceberg", ha subrayado la ONG. Según las estimaciones, de los más de 10.000 niños liberados en 2017 solo el 70% recibió apoyo. Pero, al parecer el porcentaje sería inferior debido a que muchos de ellos escapan de los grupos armados por su cuenta.
La ONG advirtió que dentro de las soluciones se debe tener en cuenta tanto a las familias como a las comunidades, ya que así sería "más efectivo a la hora de evitar futuros reclutamientos y de dar a los antiguos niños soldados la oportunidad de seguir adelante con sus vidas".
Por su parte, la representante del secretario general de la ONU para Niños y Conflicto Armado, Virginia Gamba, destacó que "la reinserción de los antiguos niños soldados en sus comunidades requiere un compromiso a largo plazo y un amplio apoyo de la comunidad internacional".
En ese sentido, recordó que junto a Unicef han puesto en marcha "una coalición para la reinserción de antiguos niños soldados, con la que se busca abordar las actuales brechas y necesidades en los programas". "Queremos explorar el modo de garantizar que cada niño y cada niña liberados reciben el mejor apoyo posible donde quiera que estén", aseguró Gamba.
Durante 2018, la ONU ayudó a la liberación de más de 900 niños soldados en Sudán del Sur, mientras que la Fuerza Civil Conjunta de Nigeria, que combate a Boko Haram, liberó a 833 menores en octubre pasado, mientras que en diciembre 56 fueron rescatados por las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), una coalición liderada por las fuerzas kurdas sirias y apoyada por Estados Unidos.