La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), Michelle Bachelet, condenó hoy la decapitación de 37 hombres en seis ciudades de Arabia Saudita, a pesar de llamados de La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), Michelle Bachelet, condenó hoy la decapitación de 37 hombres en seis ciudades de Arabia Saudita, a pesar de llamados de falta de garantías y confesiones obtenidas bajo tortura. Indicó que las ejecuciones se llevaron a cabo “a pesar de los reiterados llamamientos del sistema de derechos humanos de la ONU sobre la falta de garantías procesales, alegatos de confesiones obtenida mediante tortura, y las edades de algunos de los ejecutados”.
Las autoridades de Arabia Saudita ejecutaron la víspera a 37 personas condenadas por terrorismo, con lo que el número de ejecuciones en este país en lo que va del año supera las 100, según reportes oficiales. Las ejecuciones se llevaron a cabo en las ciudades de Riad, La Meca, Medina, Al Sharqia, Al Qasim y Asir, luego que el Tribunal de Apelación, el Tribunal Supremo y un decreto real ratificaron la pena contra los sentenciados, de acuerdo con un comunicado del Ministerio del Interior.
Los ejecutados, todos de nacionalidad saudita, fueron condenados por delitos como "adoptar el pensamiento terrorista extremista", formar "células terroristas", desestabilizar la seguridad, sedición confesional, atacar sedes de seguridad con explosivos y por traición al reino, entre otros. "Es particularmente detestable que al menos tres de los muertos fueran menores en el momento de su sentencia”, refirió Bachelet.
Exhortó al gobierno de Arabia Saudita a revisar su legislación contra el terrorismo, así como modificar la ley para para prohibir expresamente la imposición de la ley. Bachelet también expresó su profunda preocupación por el destino de quienes permanecen en el corredor de la muerte, incluidos Ali al-Nimr, Dawood al-Marhoon y Abdulla al-Zaher, cuyos casos también fueron abordados por el sistema de derechos humanos de la ONU.
"Hago un llamamiento a las autoridades para que detengan las ejecuciones pendientes y se comprometan de manera constructiva con la Oficina de Derechos Humanos de la ONU y con expertos independientes sobre las muchas preocupaciones relacionadas con la imposición de la pena de muerte en el país", refirió. La Alta Comisionada recordó a Arabia Saudita su obligación de respetar el derecho internacional de los derechos humanos, en particular como Estado parte de la Convención sobre los Derechos del Niño y la Convención contra la Tortura.
Los condenados a la pena capital en Arabia Saudita suelen ser decapitados, pero uno de los ejecutados este martes fue crucificado, castigo que se impone a los convictos por delitos particularmente graves. En 2018, Arabia Saudita aplicó la pena capital a 149 personas, con lo que se ubicó como el tercer país con el mayor número de ejecuciones, solo detrás de China e Irán, de acuerdo con la organización humanitaria Amnistía Internacional.