Un análisis de sangre reveló la presencia de una bacteria que se tramsite a través de la saliva canina.
Un vecino de la localidad de West Bend (Wisconsin, EE.UU.) sufrió la amputación de sus extremidades tras contraer una rara infección que, según opinan los médicos, le pudo haber transmitido su propio perro al lamerle, informa ABC7.
A fines de junio pasado, Greg Manteufel comenzó a sentirse enfermo e inicialmente pensó que padecía una gripe. Sin embargo, un análisis de sangre determinó que el hombre estaba infectado por la bacteria capnocytophaga.
"Este tipo de bacteria viene de la saliva de los perros", explicó la doctora Silvia Munoz-Price, especialista en enfermedades contagiosas del Medical College de Wisconsin, precisando que "esta infección en la sangre provocó una severa respuesta" en el organismo de Manteufel.
"La afección lo golpeó con ensañamiento, dejándolo todo cubierto de moretones" de modo que "parecía como si alguien le hubiera dado una paliza con un bate de béisbol", expresó Dawn Manteufel, la mujer del enfermo. Y continuó: "Pasó una semana y ya le estaban cortando las piernas".
Los doctores debieron amputarle también parte de las manos y advirtieron que el paciente necesitará una cirugía de reconstrucción en la nariz, ya que esta parte de su rostro también se volvió negra a falta de circulación, detalla Washington Post.
El caso de Greg Manteufel es extremadamente inusual, ya que "más del 99 % de la gente que tiene perros nunca sufrirá este problema", el cual se reduce a "una mera cuestión de suerte", concluyó la doctora Munoz-Price.