El expresidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha felicitado a Donald Trump por su victoria en las elecciones estadounidenses, que le devuelve a la Casa Blanca cuatro años después, haciendo hincapié en la necesidad de reconocer a su rival político a pesar de las "profundas discrepancias".
"Durante las últimas semanas y hasta el día de las elecciones, millones de estadounidenses han votado, no sólo al presidente, sino a líderes de todos los niveles. Ahora ya tenemos los resultados y queremos felicitar al presidente Trump y al senador Vance por su victoria", reza un comunicado conjunto con la ex primera dama, Michelle Obama.
En la nota, publicada en la red social X, antigua Twitter, el exmandatario ha reconocido que los resultados de las elecciones no son los que esperaban desde las filas demócratas, "dadas (sus) profundas discrepancias con la candidatura republicana en toda una serie de cuestiones". En línea con el discurso en el que Kamala Harris reconoce la derrota, Barack Obama ha puesto en valor el funcionamiento de la maquinaria democrática, que implica "reconocer que nuestro punto de vista no siempre ganará y estar dispuestos a aceptar el traspaso pacífico del poder".
"Michelle y yo no podríamos estar más orgullosos de la vicepresidenta Harris y del gobernador Walz, dos extraordinarios servidores públicos que han llevado a cabo una campaña extraordinaria", ha declarado, agradeciendo al personal que ha permitido "la elección de unos servidores públicos en los que realmente creían" los ciudadanos.
Obama ha explicado la deblace electoral de los demócratas aludiendo a "una pandemia histórica y las subidas de precios derivadas de la pandemia, hasta los rápidos cambios y la sensación que tiene mucha gente de que, por mucho que trabajen, lo mejor que pueden hacer es mantenerse a flote". "Estas condiciones han creado vientos en contra para los gobernantes democráticos de todo el mundo, y anoche se demostró que Estados Unidos no es inmune a ellas", ha señalado el expresidente.
Para Obama, solucionar "estos problemas" pasa por respetar "los principios constitucionales y las normas democráticas que han hecho grande" a Estados Unidos. "En un país tan grande y diverso como el nuestro, no siempre estaremos de acuerdo en todo. Pero el progreso exige que tengamos buena fe y gracia, incluso con las personas con las que discrepamos profundamente. Así es como hemos llegado hasta aquí, y así es como seguiremos construyendo un país más justo, más equitativo y más libre", ha concluido.