Aquí antes había una zona de construcción ruidosa. Ahora parece un pueblo fantasma, congelado en el tiempo.
La maquinaria pesada se encuentra estacionada e inmóvil. Montones de bolardos de acero se extienden hasta donde alcanza la vista.
El gobierno de Trump construyó más de 724 kilómetros de vallas a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México. Una cifra que incluye cientos de kilómetros de vallas de reemplazo y 83 kilómetros de construcción donde antes no había barreras. El muro se convirtió en un punto central de su presidencia, un escenario para los mítines políticos y un símbolo de las polémicas medidas de inmigración de su administración.
En la campaña electoral, el presidente Biden prometió no levantar ni un centímetro más del muro fronterizo. Y rápidamente detuvo la construcción una vez que llegó a la presidencia.
Pero, hay gran pregunta que todavía no tiene respuesta, meses después de su presidencia: ¿qué ocurrirá en los lugares donde ya se estaba construyendo?
El muro cubre actualmente 1.136 kilómetros de los 3.144 kilómetros que tiene la frontera entre EE.UU. y México. Recientemente visitamos cuatro lugares a lo largo de ese tramo donde ya había comenzado la construcción del muro, pero en los que se interrumpió desde que Biden llegó a la presidencia.
Hasta ahora, la nueva administración no ha informado qué sucederá en ninguno de estos lugares.
Sin embargo, la gente que vive y trabaja en la zona sí tiene mucho que decir con respecto lo que quiere que ocurra.