El seguidor del presidente Jair Bolsonaro que fue arrestado el sábado tras intentar detonar un artefacto explosivo en Brasilia y al que se le incautó un arsenal admitió que su objetivo era provocar caos para impedir la toma de posesión del presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.
Según partes del interrogatorio al que fue sometido, divulgado por la Policía Civil del Distrito Federal, el acusado admitió que el atentado fue planeado con otros bolsonaristas que están acampados frente al cuartel general del Ejército en Brasilia para pedirle a los militares un golpe de Estado que evite la investidura de Lula el 1 de enero próximo.
Agregó que la intención de dos atentados planeados era dar "inicio a un caos" que obligase a las autoridades a declarar el Estado de sitio y permitiese a los militares iniciar el golpe. "Decidí elaborar un plan con los manifestantes del Cuartel General del Ejército para provocar la intervención de las Fuerzas Armadas y la declaración del estado de sitio para impedir la instauración del comunismo en Brasil", afirmó.
Muchos seguidores de Bolsonaro tienen la errónea creencia de que Lula es comunista y pretende instaurar el comunismo en el país.
El empresario George Washington de Oliveira Sousa, de 54 años, fue acusado formalmente de terrorismo tras confesar que construyó el artefacto explosivo que fue introducido a un camión cisterna de transporte de combustibles y desactivado el sábado por la policía antes de que el vehículo llegara hasta el aeropuerto internacional de Brasilia. El futuro ministro de Justicia de Lula, Flávio Dino, publicó en Twitter fotos del arsenal incautado al detenido.
"Lo que me motivó a adquirir las armas (incautadas en su residencia) fueron las palabras del presidente Bolsonaro que siempre destaca la importancia del armamento civil", dijo el detenido.
Dino dijo que los campamentos montados por grupos de bolsonaristas frente a los cuarteles para pedir un golpe militar se convirtieron en incubadoras de terroristas y le pidió a las autoridades que los desmonten. "Los graves acontecimientos del sábado en Brasilia comprueban que los tales campamentos 'patriotas' se convirtieron en incubadoras de terroristas", afirmó. "No hay pacto político posible y no habrá amnistía para terroristas, sus apoyadores y financiadores", advirtió.