El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, participó en un culto evangélico en Río de Janeiro en su primer acto público desde las elecciones del domingo, en el cual afirmó tener "certeza" de que "no es el más capacitado", pero que "Dios capacita a los escogidos".
"Quiero agradecer también a Dios por esta misión, porque Brasil está en una situación un tanto complicada, con crisis ética, moral y económica. Tengo certeza de que no soy el más capacitado, pero Dios capacita a los escogidos", dijo el ultraderechista en la sede de la iglesia Asamblea de Dios Victoria en Cristo.
El gobernante electo se emocionó durante su discurso, que pronunció al lado de Silas Malafaia, uno de los más influyentes y conservadores pastores del país, y ante decenas de feligreses, a los que pidió que oren por él para que tenga éxito con el gobierno que asumirá el próximo 1 de enero.
También agradeció a "este pueblo de Dios" por "la confianza depositada" en su figura y se presentó como "una persona comprometida con los valores de la familia cristiana".