El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro dedicó su primer discurso político desde que dejó el cargo para resaltar sus logros como mandatario y criticar al socialismo.
En Miami, frente a unas 400 personas en el evento Power of the People, que organizó Turning Point USA —una organización enfocada en la juventud conservadora de Estados Unidos—, Bolsonaro presumió logros en su gestión como la baja inflación y oportunidades económicas, así como una mejor situación en las libertades de los brasileños.
“Brasil estaba por enfrentar una crisis moral”, dijo el exmandatario refiriéndose a la condición en la que tomó posesión en 2019 y argumentó que sus avances están en peligro bajo el nuevo Gobierno encabezado por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
“Sabemos que la izquierda busca igualdad, pero quieren igualdad en la pobreza”, aseguró.
Las preguntas del moderador Charlie Kirk, presidente de Turning Point USA, se enfocaron en lo que denomina “el peligro del socialismo” y lo que Estados Unidos pudiera aprender de lo que pasó en Brasil.
Bolsonaro señaló a Venezuela como un ejemplo de las fallas en un país que, dijo, es rico en recursos naturales y petróleo, pero que su gente vive en pobreza.
“Nos damos cuenta de que los países que escogen la izquierda en Latinoamérica siguen el mismo camino a la pobreza”, aseguró.
En ningún momento mencionó o sugirió irregularidades en las pasadas elecciones donde perdió frente a Lula da Silva. Tampoco habló sobre el asalto a las tres sedes del poder en Brasilia de algunos de sus simpatizantes días después de la transición presidencial.
“No sé por qué perdí” (la elección)”, dijo, al tiempo que la audiencia respondió en portugués “la robaron”, mientras sonreía desde el podio.
Aunque partidarios de Bolsonaro han argumentado que el ahora expresidente perdió por fraude, no hay hasta ahora prueba alguna de que eso haya sido así. La justicia electoral aseguró que no hubo irregularidades y que Bolsonaro perdió con el mismo sistema con el que había sido elegido cuatro años antes.
A la vez, un juez del Supremo Tribunal Federal lidera una investigación de los disturbios del 8 de enero, cuando cientos de seguidores de Bolsonaro invadieron el Congreso, la Presidencia y el Supremo Tribunal Federal en Brasilia.
Aunque el expresidente criticó la violencia en los ataques a las sedes del gobierno, la investigación judicial busca determinar si Bolsonaro tuvo algún papel en la organización del asalto o si su negativa a admitir su derrota públicamente y sus mensajes sobre supuesto fraude en las urnas pudieron contribuido a ello.
Bolsonaro salió de Brasil días antes de la asunción de Lula da Silva, el 1 de enero, con lo cual no tomó parte en el rito de la transmisión del poder.
Bolsonaro llegó a Florida el 30 de diciembre y hasta finales de enero permaneció con la visa que Estados Unidos concede a los jefes de Estado mientras ocupen esa posición. La semana pasada, una firma de abogados especializada en inmigración informó que el 27 de enero el expresidente solicitó una visa de turista para permanecer en EE.UU. por seis meses más.
El evento de Turning Point USA se realizó en el Trump National Doral Miami, propiedad del expresidente Donald Trump.