El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, cumplió una de sus principales promesas de campaña y firmó un decreto que facilita la venta de armas para los brasileños.
La normativa permitirá extender la duración de la licencia a diez años -actualmente dura cinco- y los compradores no necesitarán justificar las razones de su compra a la Policía Federal, según consigna El País.
De momento no cambian los requisitos básicos para comprar un arma de fuego: tener 25 años, un empleo lícito, una dirección conocida, no contar con antecedentes penales ni impedimentos físicos o psicológicos.
Sin embargo, la reforma de Bolsonaro amplía a cuatro pistolas la cantidad máxima que puede poseer un ciudadano.
Pese a que durante la campaña el presidente brasileño sugirió levantar el veto para que un civil pueda utilizar un arma legal en la calle, finalmente esta medida no se llevó a cabo.
Las encuestas no respaldan el decreto firmado por Bolsonaro. Según un sondeo de Datafolha, un 68% de los brasileños no está de acuerdo con flexibilizar las restricciones vigentes a la compraventa de armas.
Actualmente, unos 330 mil brasileños tienen permiso para poseer armas en su casa o en sus locales comerciales. Sin embargo, se estima que en Brasil existen cerca de ocho millones de armas ilegales.
Durante el año 2017, el gigante sudamericano registró alrededor de 64 mil asesinatos. Más de dos tercios del total fueron perpetrados con armas de fuego, convirtiéndose en el país con mayor número de crímenes del mundo.