La capitana de la selección femenina de Estados Unidos en el Mundial de Francia 2019, Megan Rapinoe, descartó ir a la Casa Blanca en caso de ser campeonas en el certamen galo y lo hizo con una potente frase que ya genera debate en el país del norte.
"No voy a ir a la puta Casa Blanca", dijo Rapinoe en una entrevista revelada en las últimas horas.
Pero la historia no comienza ahí. Ocurre que en 2016 Rapinoe se unió al jugador de la NFL Colin Kaepernick, quien se hizo conocido por protestar contra la brutalidad policiaca y el racismo en su país arrodillándose al momento del Himno.
"No he experimentado la brutalidad policial, ni racismo, ni nada parecido a ver el cuerpo de un familiar muerto en la calle. Pero no puedo permanecer como si nada cuando hay gente en este país que tiene que lidiar con este tipo de cosas. No hay forma perfecta de protestar. Sé que nada de lo que haga aliviará el dolor de esas familias, pero siento que arrodillarme durante el himno nacional es la forma correcta de proceder y haré lo que sea para ser parte de la solución", escribió en aquel entonces la jugadora en The Players Tribune.
Tanto fue el revuelo que US Soccer inventó una regla para obligar a todos los jugadores a escuchar el himno de pie. Desde aquella normativa, Rapinoe dejó de hacerlo, pero ahora hace otra cosa en señal de protesta, tal y como hizo en los últimos Juegos Olímpicos y en este Mundial de Francia, incluido el partido contra España: no cantar y tampoco llevarse la mano al pecho.
La actitud de la capitana fue reprochada por el presidente de Estados Unidos,Donald Trump, quien calificó de "poco apropiada".
Y ahí vino la respuesta de Rapinoe: "No voy a ir a la puta Casa Blanca. Tampoco nos van a invitar, lo dudo", dijo la capitana de la actual campeona del mundo de fútbol femenino.