Hace algunas semanas la prensa argentina dio a conocer algunos de los objetos encontrados en las viviendas de la ex presidenta Cristina Fernández allanadas por la Policía Federal de Argentina en el marco de la investigación por el caso cuadernos de las coimas.
Obras de arte originales, bastones y bandas presidenciales, documentos secretos y hasta una carta original escrita a mano por José San Martín a Bernardo O’Higgins en 1835 fueron algunos de los bienes que más conmoción causaron.
Esta última fue redactada por el militar y político desde París donde estaba exiliado con dirección a general chileno en Lima. En ella, el argentino pregunta por la situación de la familia de O’Higgins y denuncia que el gobernador de Argentina ha iniciado una persecución en contra su familia.
La misiva de gran valor histórico fue encontrada en casa ubicada en Calafate conservada en perfecto estado y fue derivada por Archivo General de La Nación (Argentina) por el juez del caso, Claudio Bonadio. Todavía no hay claridad sobre cómo llego a manos del matrimonio Kirchner.
Ahora el portal Infobae revelo el contenido del documento.
Revisa a continuación el texto original – sin ninguna corrección – escrito por el General el jefe del Ejército Libertador de los Andes a Bernando O’Higgins:
“Al Exmo Señor Don Bernardo O Higgins
Cap. General de los Extos de Chile y Perú
Paris 26 de diciembre de 1835
Exmo Don Bernardo O´Higgins
Compañero y querido amigo
Despues de más de tres años sin recivir la menor noticia de Usted ni del amigo Álvarez, mis cuidados no serían tan alarmantes si el Perú se hallare en tranquilidad, pero haviendo visto por los papeles publicos los males que se han desplomado sobre ese desgraciado país, y las violentas mutaciones de los goviernos que se han sucedido, estoy con una grande inquietud hasta saver qual a sido la suerte de Usted y de su amable familia: Algunas vezes me consuela la idea de que sea qual fuere el hombre que se halle al frente del Govierno sabra respetar al honrado, Bravo, y Patriota General O´Higgins, so pena de ser un monstruo de injusticia: pero como la reciente historia de los nuevos estados Americanos ha demostrado que no solo no saben tributar omenaje a esa virtudes, sino por el contrario ellas son la causa de persecuciones, mis temores se renueban alternativamente a mis esperanzas.
Sáqueme usted mi buen amigo de esta cruel incertidumbre escriviendome quatro letras de tiempo en tiempo, diciendome simplemente, estoy con salud y gozo de paz, con mi familia esto es todo lo mas que puede decirse en las circunstancias en que se halla ese país, porque ser feliz es imposible presenciando los males que aflijen a la desgraciada América: si la distancia del teatro de los acontecimientos causan mí una impresión dolorosa ¿que no le sucederá a usted hallandose testigo ocular de ellos? por otra parte yo calculo quan embarazosa debe ser la posición de Usted entre opiniones y partidos tan diferentes, y quan difícil le será tener una conducta capaz por su imparcialidad, de ponerlo a cubierto de sospecha porque en la guerra civil la maxima de reputar enemigo al que no es de la misma opinión es la ley que divide los partidos.
El dador lo será el caballero Mendeville esposo de la amable Mariquita Thompson que ha residido por muchos años en Buenos Ayres de cónsul general de Francia y para el Equador con el mismo empleo. Tocando antes en esa el me prometió hacer a Usted y su virtuosa familia una visita a mi nombre yo se lo recomiendo en la seguridad de ser un caballero apreciable por sus amables cualidades: Como el ha benido recientemente de Buenos Ayres el le impondrá de la situación de aquel desgraciado país. su nuevo governador ha depuesto a mi hijo del empleo de primer oficial de la Secretaría de Negocios Extranjeros y ha declarado una persecución a toda mi familia lo que me ha echo suspender mi marcha.
Mi salud se ha repuesto completamente en el campo, en donde he permanecido 8 meses seguidos, y aún continuaría si los exesivos fríos no me ubieren obligado a benir a la Ciudad.
Un millón de cinceros y amistosos recuerdos de mi para su madre y Rosita y a Usted la amistad eterna que siempre le a proferido su biejo Amigo y Compañero
José de San Martín.
Por el mismo Conducto escrivo al amigo Alvarez”.