China reportó el domingo la cifra más alta en varios meses de nuevos casos de coronavirus, avivando en el país temores de un rebrote de la pandemia, que sigue impactando fuerte en América, y con particular intensidad en Brasil, el segundo más afectado después de Estados Unidos.
El confinamiento, el uso de la mascarilla y las pruebas de diagnóstico habían frenado la expansión de la covid-19 en China, donde surgió el diciembre en Wuhan (centro) y se extendió luego al planeta, dejando hasta ahora más de 431.000 muertos y 7,8 millones de contagiados.
Después de semanas de mantener el virus a raya, las autoridades chinas anunciaron este domingo 57 nuevos casos, incluyendo 36 infecciones locales en Pekín. Estos casos están vinculados al mercado de Xinjadi, que suministra la mayor parte de los productos frescos de la capital.
El nuevo foco llevó a las autoridades a aislar 11 barrios residenciales circundantes, cerrar nueve colegios y jardines de infantes, y suspender eventos deportivos, cenas y visitas en grupo de otras provincias.
Más de 10.000 personas fueron testadas en el área, donde el domingo se reportaron 8 nuevos casos.
“Fui al mercado de Xinfadi, así que quiero confirmar que no estoy infectada”, dijo una mujer que se apellida Guo, de 32 años, mientras hacía fila en un estadio para hacerse el test.
“Lo peor está por venir”
La pandemia se acelera en América Latina, con más de 78.300 fallecidos y 1,6 millones de afectados, amenazando con saturar los sistemas de salud y en medio de controversias políticas.
Con 43.332 decesos y 867.624 casos, Brasil se consolida como el segundo más golpeado en el mundo.
Argentina, que batió un récord diario el sábado, seguía registrando avances el domingo, con 31.564 casos confirmados y 833 muertes.
“Creo que lo peor está por venir”, vaticinó el ministro de Salud, Ginés González García a medios locales.
Mientras México – segundo país latinoamericano más afectado- acumula 16.872 muertes y más de 142.600 casos, en Colombia los contagios treparon en casi 2200 el domingo, hasta los 50.939, y 1.667 fallecimientos.
En Chile, cuyo ministro de salud renunció el viernes ante cuestionamientos sobre la verdadera cifra de decesos, su sucesor, Enrique Paris, indicó que los reportes sumarán los casos de fallecidos sospechosos de coronavirus. Así, la cifra podría duplicar el balance actual, superior a 3.300 muertos.
Panamá, que el sábado alcanzó la mayor cifra de contagios en 24 horas, superó los 20.000 casos, con 429 muertos. En tanto, el gobierno de El Salvador anunció que reabrirá progresivamente su economía desde el martes, pese a los temores de un alza en los contagios.
EEUU, sin respiro
En más de una docena de estados de Estados Unidos, el país con más muertos (115.586) y contagios (2.084.506) a nivel mundial, han reportado en los últimos días sus tasas más altas de casos.
El aumento se produce cuando grandes protestas contra el racismo se extienden por Estados Unidos y el mundo. Miles de personas con tapabocas hicieron el domingo una cadena humana en Berlín, manteniendo la distancia para protegerse.
Europa es el continente con mayor número de muertos, 187.550, y 2,4 millones de contagiados, pero sus países siguen relajando las restricciones impuestas por la pandemia.
Como otros europeos, España adelantará al 21 de junio la reapertura de sus fronteras con los países de la Unión Europea excepto Portugal, con el que mantendrá la fecha prevista del 1 de julio.
En Italia, donde la covid-19 dejó más 34.000 muertos, se dispararon de nuevo las alarmas por dos recientes focos en Roma, con un centenar de casos, incluyendo cinco muertes diagnosticadas en un hospital y 15 casos detectados en un edificio con ocupantes ilegales.
“Significa que el virus no ha perdido su capacidad infecciosa, no se está debilitando… no debemos bajar la guardia”, dijo a periodistas el subdirector de la Organización Mundial de la Salud, Ranieri Guerra.
“Estos microbrotes eran inevitables, pero están limitados en el tiempo y el espacio. Y hoy tenemos las herramientas para interceptarlos y confinarlos”, añadió.
El presidente Emmanuel Macron dijo el domingo que Francia anotó su primera victoria en la lucha contra la pandemia, pero la batalla no ha terminado.
Desde el lunes, cafés y restaurantes franceses podrán abrir por completo, en lugar de sólo las terrazas.
Alemania, Bélgica, Francia y Grecia abrirán sus fronteras a los países de la UE el lunes, y Austria lo hará al día siguiente.
Por su parte, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, comparó el domingo el manejo de la crisis sanitaria en su país contra Estados Unidos: “Estamos saliendo (…) de forma constante con pérdidas mínimas, si Dios quiere”, dijo en una entrevista televisiva. “En Estados Unidos no está sucediendo de esa manera”.
Irán, el país con más casos de Medio Oriente, registró en tanto más de 100 nuevas muertes en un día por primera vez en dos meses.
Más de 1.000 nuevas infecciones se registran cada día en la capital de la India, exponiendo una grave escasez de camas de hospital. “No les importa si vivimos o morimos”, dijo Kashish Jain, cuyo padre murió de un coronavirus en la parte trasera de una ambulancia.
Los hospitales del vecino Pakistán también rechazan pacientes, y el gobierno advierte que podrían llegar a más de un millón de casos a finales de julio.