Asociaciones y sindicatos de comisarios de la Policía de Brasil acusaron este domingo (3.11.2019) al presidente Jair Bolsonaro de "intentar intimidar" al encargado de la investigación del asesinato de la concejala de Río de Janeiro y activista de derechos humanos, Marielle Franco, ocurrido hace unos 20 meses.
"Valiéndose del cargo de presidente de la República y de instituciones del Estado, (Bolsonaro) claramente ataca e intenta intimidar al comisario de la Policía de Río de Janeiro, con la intención de inhibir la imparcial investigación de la verdad", señala el comunicado firmado por cinco entidades.
Las asociaciones y sindicatos policiales salieron así en defensa del comisario Daniel Rosa, que lidera las investigaciones del crimen contra la concejala ocurrido el 14 de marzo de 2018.
El nombre de Bolsonaro apareció en la investigación del caso a partir de una declaración de un testigo, filtrado por TV Globo, que afirmó que los supuestos asesinos de la concejala estuvieron poco antes del crimen en el condominio de Río de Janeiro en donde el mandatario tiene su residencia particular.
Marielle Franco
El asunto generó una enorme polémica, pero en menos de 24 horas se zanjó cuando la Fiscalía de Río aseguró que ese testigo mintió al citar el nombre del líder ultraderechista.
El testigo en cuestión es el portero de la urbanización y explicó que el expolicía Élcio Queiroz, uno de los acusados del asesinato, le dijo que iba a la casa de Bolsonaro, en la época diputado federal, y que alguien de allí le autorizó la entrada.
Pero Queiroz se dirigió finalmente a la residencia de Ronnie Lessa, el otro acusado de efectuar los disparos contra la activista de Río y vecino de Bolsonaro.
La declaración es contradictoria, pues el hoy presidente se encontraba ese 14 de marzo de 2018 en Brasilia, a más de mil kilómetros de Río, como muestran los registros oficiales del Congreso.
Antes de la aclaración de la Fiscalía, uno de los hijos del presidente, Carlos Bolsonaro, hizo públicas las conversaciones de ese día de la portería de la urbanización, en las que se constata que la entrada de Élcio Queiroz fue autorizada por el propio Ronnie Lessa y no por nadie de la casa del gobernante.
Jair Bolsonaro, presidente de Brasil
En la víspera, Jair Bolsonaro afirmó que se hicieron con los audios de las llamadas entre la portería y las residencias del condominio antes de que, según él, los archivos fueran adulterados.
"Los tomamos antes de que fueran adulterados o intentaran adulterarlos. Tomamos toda la memoria de la secretaría electrónica que es guardada desde hace más de un año. La voz no es mía", reveló el presidente, en declaraciones recogidas por el diario O Globo.
También acusó al gobernador de Río de Janeiro, Wilson Witzel, de "manipular" las investigaciones del crimen y del comisario responsable del caso dijo que es "muy amiguito del gobernador", según destacó el periódico.
En este sentido, las cinco asociaciones y sindicatos policiales que emitieron el comunicado este domingo "repudiaron" las declaraciones de Bolsonaro sobre el tema.
"En los videos de sus redes sociales y en materia publicada por el diario O Globo, el sábado, el presidente insinúa el direccionamiento de las investigaciones, incluso con la alteración de pruebas y coacción de testigo, y se refiere al comisario encargado del caso como 'amiguito' del gobernador" de Río, afirman en la nota.
Y agregan: "El cargo de jefe del Poder Ejecutivo no le permite cometer atentados a la honra de personas, muchos menos de aquellas que, en el ejercicio de la función pública, desempeñan sus funciones en interés de la sociedad y, no de cualquier gobierno".
Las investigaciones del asesinato de Franco continúan abiertas casi 20 meses después. Hasta el momento han sido detenidos los dos supuestos autores materiales (los expolicías Élcio Queiroz y Ronnie Lessa), pero aún falta por determinar quién fue el autor intelectual.