Al Green, del Partido Demócrata, acusó al Presidente estadounidense de estar "avivando la máquina de odio de la ultraderecha" y afirmó que "no está apto para el cargo".
Congresista presenta sus argumentos para abrir un juicio político contra Donald Trump
El congresista demócrata Al Green presentó este miércoles de manera formal ante la Cámara de Representantes de Estados Unidos los puntos en los que basa su solicitud para abrir un juicio político al Presidente Donald Trump con miras a su destitución.
El representante del estado de Texas justificó su solicitud en el hecho de que, según dijo, Trump "ha socavado la integridad de su mandato", lo que ha causado un "daño inmediato" a la sociedad estadounidense.
El congresista ya había avisado de su intención de presentar la solicitud de "impeachment" en mayo, esgrimiendo entonces que el Mandatario había cometido un delito de obstrucción a la Justicia durante la investigación sobre la posible injerencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016 y los posible lazos de su campana con Moscú.
Hoy, sin embargo, Green dijo no creer necesario que el Presidente haya cometido ningún acto delictivo para que pueda ser inhabilitado y lo acusó de estar "avivando la máquina del odio de la 'alt-right'", término con el que se conoce a la ultraderecha alternativa que se nutre de rumores y medra en el ruido de internet.
El congresista subrayó que el Presidente "no es apto para el cargo", por lo que invocó el Articulo 2 de la Constitución, relativo al proceso de destitución.
Green es el segundo congresista demócrata que pide la apertura de un juicio político contra el Presidente Trump. En julio, fue el representante del estado de California Brad Sherman quien presentó formalmente una resolución acusatoria por considerar que el multimillonario había obstruido a la Justicia en la investigación de la trama rusa.
Para lograr una acusación formal de la Cámara de Representantes es necesaria una mayoría simple, sin embargo los republicanos la controlan por una ventaja de 46 asientos, lo que hace casi imposible cualquier avance de las propuestas de Green y Sherman.