“Fue una fatalidad que no se puede atribuir culpabilidad a nadie. No tenía contacto con los niños. Era guardia nocturno. Fue sólo una fatalidad", dijo el prefecto de la policía de Janaúba sobre el caso.
Conmoción en Brasil: guardia que quemó a niños de Guardería sufría severos problemas mentales
Tras la conmoción y el dolor por la muerte de siete niños y la profesora en una guardería de Brasil, las autoridades ahora se encuentran investigando las razones que llevaron al guardia del recinto a cometer tan brutal acto.
El prefecto de la policía de Janaúba, Carlos Isaildon, detalló que el hombre de 50 años identificado como Damian Soares dos Santos, quien también falleció en el incendio, tenía conciencia del crimen que estaba cometiendo.
El efectivo policial a cargo de la investigación detalló que el guardia trabajaba en el turno de la noche y no tenía contacto con los niños.
El autor del incendio, que roció con combustible a los niños para posteriormente prenderles fuego, había vuelto de su periodo de vacaciones, asegurando que estaba listo para regresar a sus labores.
Sin embargo, pese a que las autoridades reconocieron que el hombre sufría de algunos trastornos sicológicos, afirmaron que la tragedia era “totalmente imprevisible y que nadie pudo haber ocurrido lo que sucedería”.
“Fue una fatalidad que no se puede atribuir culpabilidad a nadie. No tenía contacto con los niños. Era guardia nocturno. Fue sólo una fatalidad", dijo el prefecto Isaildon a los medios locales.
Por su parte el médico legista Daivisson Antônio Amilton dijo en una entrevista upara la cadena TV Globo que con los antecedentes que se han conocido, el acto fue claramente premeditado. “Había una ejecución bien organizada. El adquirió los frascos de combustibles, al menos tres días antes del acontecimiento. Y hay un dato simbólico, que el ataque fue el tercer aniversario dela muerte de su padre”, agregó.
El prefecto de la policía de Janaúba, Carlos Isaildon, detalló que el hombre de 50 años identificado como Damian Soares dos Santos, quien también falleció en el incendio, tenía conciencia del crimen que estaba cometiendo.
El efectivo policial a cargo de la investigación detalló que el guardia trabajaba en el turno de la noche y no tenía contacto con los niños.
El autor del incendio, que roció con combustible a los niños para posteriormente prenderles fuego, había vuelto de su periodo de vacaciones, asegurando que estaba listo para regresar a sus labores.
Sin embargo, pese a que las autoridades reconocieron que el hombre sufría de algunos trastornos sicológicos, afirmaron que la tragedia era “totalmente imprevisible y que nadie pudo haber ocurrido lo que sucedería”.
“Fue una fatalidad que no se puede atribuir culpabilidad a nadie. No tenía contacto con los niños. Era guardia nocturno. Fue sólo una fatalidad", dijo el prefecto Isaildon a los medios locales.
Por su parte el médico legista Daivisson Antônio Amilton dijo en una entrevista upara la cadena TV Globo que con los antecedentes que se han conocido, el acto fue claramente premeditado. “Había una ejecución bien organizada. El adquirió los frascos de combustibles, al menos tres días antes del acontecimiento. Y hay un dato simbólico, que el ataque fue el tercer aniversario dela muerte de su padre”, agregó.