La desubicada intervención, corresponde al diputado bolsonarista, Rodrigo Amorim, la que fue duramente criticada por el expresidente boliviano Carlos Mesa y por la ministra de Comunicación de Bolivia, Gisela López.
Autoridades y políticos bolivianos calificaron de indignante y racista una declaración atribuida al diputado oficialista brasileño Rodrigo Amorim quien dijo en su país que “a quien le gusten los indios, que se vaya a Bolivia, que además de ser comunista, sigue presidida por un indio”.
Amorim, formuló tales declaraciones al referirse al área urbana conocida como Aldea Maracaná, próxima al mítico estadio de fútbol homónimo, donde hasta 1977 funcionó el Museo del Indio y que suele albergar a familias indígenas.
Amorim considera necesaria hacer una “limpieza” del lugar (de 14.300 metros cuadrados) para habilitarla como estacionamiento para compras, como un área de ocio o equipamiento.
“El espacio podría servir como estacionamiento, compras, área de ocio o equipamiento… como carioca me causa indignación… a quien le gusten los indios, que se vaya a Bolivia…”, dijo el diputado aliado del presidente Jair Bolsonaro.
“Indignante declaración de diputado brasileño ofende a Bolivia y no expresa hermandad de nuestros pueblos… Lo indígena es parte esencial de nuestras identidades y nuestra fortaleza como nación”, escribió en su cuenta de Twitter Carlos Mesa, expresidente y candidato presidencial opositor favorito en las encuestas.
A su vez la ministra de Comunicación, Gisela López, declaró que Amorim “desprecia ignorancia supina a nuestros antepasados… con palabras que demuestran ceguera y pobreza espiritual”.
“No son bienvenidos el racismo ni la discriminación”, comentó por su parte el embajador boliviano en Naciones Unidas, Sacha Llorenti.
El presidente Evo Morales, de origen aymara, la segunda etnia de Bolivia, no se pronunció el sábado.
La “Aldea Maracana”, un predio de más de 14.000 metros en Río de Janeiro ocupada por familias indígenas se ha convertido desde 2013 en un epicentro de protestas y de resistencia contra el desalojo en esa ciudad brasileña.