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Diputado británico de 76 años es suspendido de su partido tras acusación de acoso sexual

El diputado laborista Kelvin Hopkins, 76 años, fue suspendido a causa de las sospechas sobre su comportamiento hacia una joven militante, a quien le habría enviado unos mensajes de texto sugestivos.

Un diputado fue suspendido del Partido Laborista por acoso sexual de una joven militante, en medio de una ola de denuncias que afecta a la clase política británica, que provocó el miércoles la renuncia del ministro de Defensa.
 
El diputado laborista Kelvin Hopkins, 76 años, fue suspendido a causa de las sospechas sobre su comportamiento hacia una joven militante, a quien le habría enviado unos mensajes de texto sugestivos. La formación abrió una investigación al respecto.
 
El incidente habría tenido lugar en 2014, durante un acto del partido, según el diario The Daily Telegraph.
 
“Me abrazó para despedirse, me agarró muy de cerca y frotó su entrepierna contra mí, lo que me indignó”, dijo la militante, Ava Etemadzadeh, que en aquel momento tenía 24 años.
 
Etemadzadeh explicó que se quejó por este comportamiento, sin resultado, lo que podría poner en un aprieto al jefe del partido Jeremy Corbyn, amigo de Kelvin Hopkins, a quien nombró en el “gabinete en la sombra”, el gobierno alternativo de la oposición.
 
La diputada laborista Jess Phillips aseguró a la BBC Radio 4 que el caso había sido “tratado perfectamente” según los procedimientos de la formación, pero se declaró “un poco preocupada por el hecho de que Kelvin fuera ascendido después, lo que me parece una mala decisión”.
 
Hopkins es el segundo diputado laborista suspendido, después de Jared O’Mara, que había publicado unos comentarios misóginos y homófobos en internet hace varios años.
 
En el bando conservador, la onda expansiva del escándalo se llevó por delante al ministro de Defensa, Michael Fallon, de 65 años.
 
Esta importante figura del Gobierno, cercana a la primera ministra Theresa May, fue acusado de haber posado una mano sobre la rodilla de una periodista durante una cena en 2002. Admitió que su comportamiento en el pasado “no había estado a la altura”.
 
El viernes, surgieron nuevas acusaciones contra él, acerca de unas declaraciones realizadas a una colega del Gobierno. Al parecer, Michael Fallon le habría respondido a Andrea Leadsom, que se quejaba de tener las manos frías: “conozco un lugar caliente donde meterlas”, según el diario The Sun.
 
Unas afirmaciones que Fallon “desmiente completamente”, según fuentes próximas al exministro, citadas por la agencia PA, mientras que el entorno de Leadsom rechazó hacer comentarios.