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Donald Trump remueve a su asesor clave a siete meses de asumir

La salida de Bannon fue adelantada por The New York Times y luego la vocera de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, informó que “el jefe de gabinete de la Casa Blanca, John Kelly, y Steve Bannon, acordaron mutuamente que ayer sería el último día de Steve”.

El Presidente Donald Trump despidió ayer a Steve Bannon, quien se desempeñaba en la Casa Blanca como su estratega jefe y que además fue su asesor clave en la campaña que lo llevó a ganar las elecciones en 2016. La medida, que pone fin a una “presencia conflictiva” al interior del gobierno, según algunos medios estadounidense, se suma a una serie de episodios que mantienen al gobierno en el ojo del huracán, en una semana marcada por las repercusiones de los episodios raciales ocurridos en Charlottesville.

La salida de Bannon fue adelantada por The New York Times y luego la vocera de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, informó que “el jefe de gabinete de la Casa Blanca, John Kelly, y Steve Bannon, acordaron mutuamente que ayer sería el último día de Steve”. La nota también agradecía sus servicios y le deseaba “lo mejor” al ex directivo del sitio web de tendencia derechista Breitbart News.

Una fuente no identificada citada por la agencia Reuters reveló que la decisión de remover a uno de los actores clave en el cumplimiento de sus promesas de campaña, entre ellas el veto al ingreso de musulmanes y el abandono del acuerdo climático de París, ya estaba en consideración hace algún tiempo. “A Bannon se le dio la oportunidad de dejar el cargo por voluntad propia”, dijo esa fuente.

“La Presidencia de Trump, por la que luchamos y ganamos, terminó”, le dijo Bannon a Weekly Standard.
La permanencia de Bannon al interior del gobierno sufrió un duro golpe después de conceder, sin saberlo según él, una entrevista a la revista política liberal American Prospect, publicada el miércoles, donde contradecía una postura de Trump sobre Corea del Norte. El día anterior, el Presidente Trump había dado una señal de distancia durante una conferencia de prensa improvisada donde no expresó abiertamente su confianza en él: “Es una buena persona. La prensa lo trata de manera muy injusta en ese sentido, pero veremos qué sucede con el señor Bannon”.

También acusado de racista y antisemita, Bannon se vio enfrentado al yerno de Trump, Jared Kushner, de origen judío, y a varios otros integrantes del Ejecutivo.

La llegada de Kelly, cuya misión es poner orden en la Casa Blanca, ha sido leída como una señal más moderadora, en la cual Bannon no tenía demasiado espacio y no encajaba con el sector republicano más centrado. Según el diario The Washington Post, funcionarios que trabajan en la Casa Blanca creen que cercanos a Bannon, como el asistente de seguridad nacional, Sebastian Gorka, y la asistente Julia Hahn, tendrían sus días contados.

The Associated Press reveló que un funcionario que conocía los planes de Kelly dijo que el jefe de gabinete “inició una revisión del personal de la Presidencia” y que “había indicado de que habría cambios significativos”.

La agencia también dijo que la salida del asesor debió producirse el 14 de agosto, una semana después de que el propio Bannon presentara su renuncia a Trump. Sin embargo, la fecha habría sido postergada como consecuencia de los hechos ocurridos en Charlottesville.