Calificaron lo sucedido como una "manifiesta violación de la Carta Democrática Interamericana" y pidieron revertir la destitución.
Además, instaron a las autoridades de la Organización de Estados Americanos (OEA) a que hagan "una apreciación de lo ocurrido y determinen las medidas necesarias para la preservación y el fortalecimiento de la democracia salvadoreña".
Según se dice en la declaración, los ex presidentes constataron que el proceso de destitución de los jueces "se realizó sobre valoraciones políticas, al margen de las previsiones constitucionales".
Destacan al respecto que no se ha llevado a cabo "algún antejuicio por eventuales delitos", no se ha especificado "ley que fije las causas de destitución", no habido "previo ni debido proceso ni derecho a la defensa" y el mandato de los jueces supremos destituidos no había expirado.
Y ello "solo es posible asegurándose la separación e independencia de los poderes públicos. No hay bienestar sostenible al margen de los elementos esenciales y componentes fundamentales de la democracia, como lo demuestra la historia de América Latina".
El presidente Bukele dijo que están "limpiando la casa" para explicar las destituciones.
Firman la declaración, además de Frei, José María Aznar (España), Óscar Arias, Laura Chinchilla, Miguel Ángel Rodríguez y Luis Guillermo Solís (Costa Rica), y Nicolás Ardito Barletta y Mireya Moscoso (Panamá).
También Enrique Bolaños (Nicaragua), Felipe Calderón y Vicente Fox (México), Alfredo Cristiani (El Salvador), Osvaldo Hurtado y Jamil Mahuad (Ecuador), Luis Alberto Lacalle H. y Julio María Sanguinetti (Uruguay), Álvaro Uribe y Andrés Pastrana (Colombia), Mauricio Macri (Argentina), Jorge Quiroga (Bolivia) y Juan Carlos Wasmosy (Paraguay).