El Gobierno de Estados Unidos le comunicó a Rusia que “habrá consecuencias” si el crítico del Kremlin, Alexéi Navalny muere. El líder opositor se enfrenta a un riesgo creciente de insuficiencia renal y su visión se está deteriorando, tras más de dos semanas en huelga de hambre que inició por falta de acceso médico adecuado. Reino Unido se unió a la presión por este asunto contra Moscú y aliados de Navalny convocaron a protestas a nivel nacional para el próximo miércoles, dirigidas a “salvar su vida”.
El asesor de seguridad nacional del presidente de Estados Unidos Joe Biden, Jake Sullivan, aseguró que el Gobierno le informó a Rusia que "habrá consecuencias" si el crítico del Kremlin muere en prisión.
"Le hemos comunicado al Gobierno ruso que lo que le suceda al Señor Navalny bajo su custodia es su responsabilidad y la comunidad internacional los hará responsables (…) En términos de las medidas específicas que emprenderíamos, estamos viendo una variedad de costos diferentes que impondríamos y no voy a decir eso públicamente en este momento, pero hemos comunicado que habrá consecuencias si el señor Navalny muere", sostuvo.
Navalny, de 44 años y destacado opositor del presidente ruso Vladimir Putin, comenzó a rechazar alimentos el pasado 31 de marzo para protestar por la falta de tratamiento médico adecuado para sus dolores de piernas y espalda.
Navalny cree que las autoridades del penal se niegan a que lo visite su médico de confianza porque “ellos temen que la pérdida de sensación en mis piernas esté vinculada con mi envenenamiento” y agregó que él debería tener “el derecho absolutamente garantizado a ser examinado por un médico civil independiente”.
El también abogado ha señalado que las autoridades del penal se niegan a que lo visite su médico de confianza porque “temen que la pérdida de sensación en mis piernas esté vinculada con mi envenenamiento”, que sufrió en 2020 con el agente nervioso Novichok y del que acusa al Kremlin.
Actualmente, Navalny se enfrenta a un riesgo creciente de insuficiencia renal, su visión se está deteriorando y su nivel de potasio es elevado.
Según pruebas de laboratorio que logró hacerle el sindicato Doctors Alliance, su situación es “crítica”, porque los exámenes indicaron que sus riñones pronto podrían fallar, lo que le ocasionaría un paro cardíaco.
Por su parte, las autoridades rusas afirman que su estado de salud es “satisfactorio” y que ejemplo de ello es que no ha contraído Covid-19.
Pero ante los reportes preocupantes de salud de Navalny, varios gobiernos intentan persuadir a la Administración de Putin. En las últimas horas, Reino Unido urgió a Moscú por su liberación y acceso médico inmediato.
"El Reino Unido está profundamente preocupado por los informes sobre el trato inaceptable de Alexéi Navalny y el continuo deterioro de su salud. El señor Navalny debe tener acceso inmediato a atención médica independiente. Reiteramos nuestro llamamiento para su liberación inmediata de su encarcelamiento por motivos políticos", aseguró un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado.
La Unión Europea también se unió a estos llamados. "Pedimos a las autoridades rusas que le permitan acceso inmediato a los profesionales médicos en los que confía (…) La UE seguirá pidiendo su liberación inmediata e incondicional, ya que consideramos que su sentencia tiene motivaciones políticas y va en contra de las obligaciones internacionales de derechos humanos de Rusia", dijo este 18 de abril el jefe de política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell.
Se espera que los ministros de Relaciones Exteriores de la UE discutan el caso Navalny este lunes, y Borrell se comprometió a hacer que Moscú también rinda cuentas sobre el asunto.
Convocan a protestas en todo Rusia para “salvar la vida” del opositor Alexéi Navalny
La presión también aumenta dentro de las fronteras rusas. Simpatizantes de Navalny anunciaron este domingo que para el próximo miércoles han convocado a protestas a lo largo del país dirigidas a “salvar la vida” del opositor.
Afirman que se tratará de manifestaciones masivas en el corazón de Moscú y San Petersburgo, entre otros lugares.
Leonid Volkov, uno de los principales estrategas del equipo de Navalny, dijo que las movilizaciones se convocaron con tres días de anticipación porque "su vida está en juego (…) No sabemos cuánto tiempo podrá aguantar, pero está claro que no tenemos tiempo”, recalcó.
Las autoridades rusas ya han disuelto a la fuerza protestas pro-Navalny, en las que han detenido a miles de personas y la manifestación prevista para el miércoles será el mismo día en que Putin pronunciará un discurso sobre el estado de la nación.
El panorama establecería un nuevo enfrentamiento, que los aliados de Navalny describen como la última oportunidad para evitar que Rusia se hunda en la "oscuridad". "Se avecina una batalla final realmente dura entre la gente normal y el mal absoluto", aseguraron.
Navalny ha dicho que las autoridades penitenciarias amenazan con ponerlo en una camisa de fuerza para alimentarlo a la fuerza a menos que acepte comida. Algunos activistas han pedido que lo saquen en avión del país para recibir atención médica de emergencia.
Tras salvarse del envenenamiento que sufrió en agosto de 2020 durante un vuelo entre Tomsk, Siberia, y Moscú, por el que fue trasladado de emergencia a Alemania, Navalny retornó a su país pese a las amenazas.
El pasado enero cuando se disponía a regresar fue arrestado en la frontera. Posteriormente, fue condenado a dos años y medio de cárcel por violar los términos de libertad condicional. La imputación se remite a 2014, cuando fue señalado de malversación de fondos, algo que Navalny rechaza y declara que son acusaciones falsas con motivaciones políticas.