Las autoridades estadounidenses han confiscado cuatro buques iraníes en alta mar que se dirigían a Venezuela cargados con gasolina por violar las sanciones impuestas por Washington, informó el diario «The Wall Street Journal». Los cuatro buques, llamados Luna, Pandi, Bering y Bella, fueron confiscados en los días previos después de que un juez federal lo autorizara la semana pasada y se dirigen en estos momentos hacia Houston (Texas).
Según el periódico, que cita a un funcionario bajo condición de anonimato, la confiscación se hizo sin uso de fuerza militar. El Bering y el Bella navegaban por aguas de Cabo Verde cuando La Administración de Trump interpuso la demanda para su incautación en julio pasado, mientras que la última señal conocida del Pandi y el Luna fue en Omán.
Esa demanda alega que el envío de los buques fue organizado por un empresario iraní con vínculos con la Guardia Revolucionaria, considerada por Washington como terrorista, a través de una red de compañías pantalla para eludir la detección de las autoridades estadounidenses.
El embajador iraní en Venezuela, Hojat Soltani, negó que su país tuviera algo que ver con los barcos, aunque no negó la procedencia ni la propiedad de la carga. «Otra mentira y guerra psicológica de la máquina de propaganda de EEUU. Los barcos no son iraníes, y ni el dueño ni su bandera no tiene (sic) nada que ver con Irán», escribió en Twitter.
El decomiso de los buques representa un paso más de presión del Ejecutivo de Trump a Teherán y Caracas, contra cuyos Gobiernos ha impuesto numerosas sanciones económicas.
Venezuela atraviesa una situación de escasez de gasolina por lo que en los últimos meses ha recibido millones de litros que provienen de Irán, uno de sus principales aliados en el mundo. Los primero cinco buques iraníes cargados de 245 millones de litros de gasolina llegaron a Venezuela a finales de mayo sin sobresaltos. El presidente venezolano, Nicolás Maduro, defendió entonces su derecho a comerciar libremente con otros países y agradeció a Irán «su solidaridad, su apoyo, su valentía, su decisión».
Poco después de la entrega de la gasolina, Estados Unidos impuso sanciones contra los cinco capitanes iraníes de esos buques, cuyos activos (de tenerlos) quedan bloqueados en territorio estadounidense y que no podrán operar en aguas de ese país. Son los capitanes de los barcos Clavel, Petunia, Fortuna, Bosque y Faxon, que trabajan para las Líneas Navieras de la República de Irán o para la Compañía Nacional Iraní de Petroleros (NITC).
El Ministerio iraní de Exteriores respondió que «Irán y Venezuela permanecerán firmes para contrarrestar las sanciones ilegales estadounidenses», que consideró «movimientos desesperados de EE.UU.».