"Si yo fuera primer ministro nunca habría acudido a hablar con Zelenski porque, como saben, estamos asistiendo a la devastación de su país y a la matanza de sus soldados y civiles", dijo después de votar en las elecciones de Lombardía (norte), refiriéndose al encuentro de esta semana de la presidenta del Gobierno italiano, Giorgia Meloni, con el mandatario ucraniano en Bruselas.
"Habría bastado que dejara de atacar a las dos repúblicas autónomas de Donbás y esto no se habría producido. Por eso juzgo muy negativamente el comportamiento de este señor", agregó.
Berlusconi, que siempre presume de su amistad con el presidente ruso, Vladimir Putin, se desmarcó de la posición de la líder de su Gobierno, la ultraderechista Meloni, que defiende mantener el apoyo a Kiev porque una eventual negociación de paz llegará solo en igualdad de fuerzas.
"No. Para llegar a la paz pienso que el señor presidente de Estados Unidos debería hablar con Zelenski y decirle 'al término de la guerra tendrás a disposición un Plan Marshall de 6,7,8 o 9.000 millones dólares para reconstruir Ucrania con una condición: que mañana ordenes el alto el fuego porque no te daremos más dólares ni armas'. Solo algo así podría convencer a este señor de ordenar un alto el fuego", propuso.
La principal formación en la oposición, el Partido Demócrata (PD, centroizquierda), criticó inmediatamente estas declaraciones y preguntó a la primera ministra si estaba de acuerdo con las "palabras inquietantes" de su socio en el Ejecutivo.
"Hoy se ha puesto oficialmente de parte de la Rusia de Putin. Con estos aliados de Gobierno, que la primera ministra no se queje de cómo es tratada en la Unión Europea", sostuvo la portavoz de los senadores del PD en el Senado, Simona Malpezzi, en Twitter.
Las posturas de Berlusconi sobre la guerra de Ucrania ya han dado un quebradero de cabeza en el pasado a Meloni, que desde el pasado octubre gobierna en coalición con su partido, Hermanos de Italia, con la FI del excavaliere y con la ultraderechista Liga de Matteo Salvini.
Tras la invasión, el 24 de octubre de 2022, Berlusconi no habló del tema hasta un mes y medio después, el 9 de abril, para confesar su "profunda decepción" con su viejo amigo ruso por la invasión de Ucrania.
"No puedo y no quiero esconder que estoy profundamente decepcionado y dolido por el comportamiento de Vladímir Putin, que ha asumido una gravísima responsabilidad ante el mundo entero. Estamos ante una agresión sin precedente de un país neutral que lucha por su libertad", declaró en un acto.
Sin embargo en estos meses no ha dejado de arremeter contra la resistencia ucraniana, como en unas conversaciones con sus parlamentarios filtradas en octubre, en plena ronda de consultas para formar Gobierno tras las elecciones del 25 de septiembre.
En esas grabaciones además afirmaba que había retomado su amistad con Putin y que este le había enviado 20 botellas de vodka y una carta "amabilísima".
Ante estas posiciones, Meloni, antes de asumir el encargo para gobernar, exigió a sus socios Berlusconi y Salvini -este también en el pasado admirador de Putin- "claridad" sobre el apoyo la posición del país en Europa y en la Alianza Atlántica.