Un tribunal de Copenhague, la capital de Dinamarca, ha condenado este miércoles al ingeniero aficionado Peter Madsen a una pena de por vida por torturar, asesinar y desmembrar a la periodista Kim Wall, de nacionalidad sueca. Los hechos punibles tuvieron lugar en agosto de 2017 en un submarino que el propio hombre había inventado y construido.
Madsen negó ser culpable del homicidio y solo admitió que lanzó el cadáver de Wall al mar después de que la mujer muriera a causa de una emisión de monóxido carbónico producido dentro del sumergible. El procesado insistió en que no se encontraba en el interior de la nave cuando la periodista falleció, recoge TASS.
Al ingeniero lo acusaban también de desmembrar el cadáver, algo que se castiga, según las leyes de Dinamarca, con medio año de prisión. La defensa de Madsen consideraba este tiempo un castigo suficiente, pero un peritaje apuntó que algunas de las heridas encontradas en los restos del cuerpo podían haber sido causadas cuando Wall aún estaba con vida. Además, los peritos no pudieron determinar si la periodista había muerto por asfixia o a causa de un degollamiento.
Madsen y Wall se embarcaron en el sumergible, bautizado como UC3 Nautilus, el 10 de agosto de 2017 y en la madrugada del día siguiente, la nave fue declarada desaparecida en el mar Báltico. Varias horas después, un barco privado rescató al aventurero del submarino hundido y el 13 de agosto fue recuperada la propia nave, donde no se encontraron rastros de la periodista ni de su cuerpo. En los días posteriores, la Policía sacó del agua un torso femenino sin extremidades ni cabeza y estableció que pertenecía a Kim Wall.