El pedido de la defensa para liberar al exmandatario llegó a recibir dos votos en contra antes de la interrupción del proceso, pero los magistrados del Supremo pueden modificar su parecer mientras duren los debates.
Los abogados de Lula, de 73 años, cuestionan una negativa a la liberación pronunciada por un tribunal inferior (el Superior Tribunal de Justicia).
Lula purga desde abril de 2018 una pena 8 años y 10 meses de cárcel como presunto beneficiario de un departamento en el litoral paulista concedido por una constructora para obtener contratos en Petrobras.
Gilmar Mendes decidirá además, según la prensa, debatir el 25 de junio otro recurso que cuestiona la imparcialidad del exjuez Sergio Moro, autor de la condena en primera instancia, por haber aceptado en enero ser ministro de Justicia y Seguridad Pública del presidente de ultraderecha Jair Bolsonaro.
Lula siempre cuestionó la imparcialidad de Moro.