El papa Francisco lanzó un llamado para poner fin al flagelo del trabajo infantil, que ha aumentado aún más durante la pandemia de la Covid-19, tras celebrar la audiencia general en la biblioteca del palacio apostólico.
Francisco recordó que el próximo viernes se celebra el día de la jornada mundial contra el trabajo infantil y afirmó que "es un fenómeno que priva a los niños y niñas de su infancia y pone en peligro su desarrollo integral" y que "en muchos casos son formas de esclavitud y reclusión con consecuencias físicas y psicológicas".
"En la situación actual sanitaria de emergencia, en muchos países muchos niños y jóvenes se ven obligados a trabajar de manera inadecuada para su edad, para ayudar a sus familias en condiciones de extrema pobreza", denunció también el papa.
El pontífice instó a las instituciones "para que pongan en práctica todos los esfuerzos posibles para proteger a los menores, llenando los vacíos económicos y sociales que subyacen a la dinámica distorsionada en la que desafortunadamente están involucrados".