El papa Francisco ha condenado este martes la política de deportaciones masivas del presidente estadounidense, Donald Trump. Lo ha hecho en una carta dirigida a los obispos de EE.UU., un gesto poco frecuente con el que ha pedido a la Iglesia católica que se oponga a la discriminación de los migrantes.
"Exhorto a todos los fieles de la Iglesia católica, y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, a no ceder ante las narrativas que discriminan y hacen sufrir innecesariamente a nuestros hermanos migrantes y refugiados", se lee en la carta.
El papa ya había definido la hipótesis de deportaciones masivas como "una vergüenza", pero esta vez ha ido más allá y, sin mencionar explícitamente a Trump, ha dicho que considera que "lastiman la dignidad de muchos hombres".
La respuesta de la Casa Blanca a la misiva no ha tardado en llegar. El zar fronterizo de Trump, Tom Homan, ha cuestionado la postura del papa al recordar que "el Vaticano está rodeado de un muro" y le ha pedido "que se ocupe de los asuntos de la Iglesia".
La carta del papa llega después de que el vicepresidente estadounidense, James David Vance, acusara a los obispos de "recibir 100 millones de dólares para ayudar a los migrantes" y se preguntase si sus críticas al Gobierno tenían como objetivo proteger "sus negocios". Las palabras de Vance fueron tachadas de "escandalosas" inclusos por el arzobispo de Nueva York, el cardenal Timothy Dolan, uno de los más cercanos a Trump.
Nombramientos de obispos que defienden a los migrantes
Además del mensaje directo a Trump con la misiva, este martes el papa ha nombrado como nuevo obispo de Detroit a Edward Weisenburger, quien en el pasado planteó la posibilidad de sanciones canónicas para quienes separen a los niños de sus padres migrantes.
Asimismo, en las últimas semanas nombró como obispo en Washington al cardenal Robert McElroy, quien en reiteradas ocasiones, incluso en los últimos días, ha alzado su voz en defensa de los migrantes, además de ser partidario de la sostenibilidad medioambiental y de la apertura a los católicos LGBTQ. El nombramiento de McElroy se analizó entonces como un movimiento después de que Trump nombrase como embajador en el Vaticano a Brian Burch, católico conservador y crítico abiertamente con el pontificado de Francisco.
En esta ofensiva contra algunas políticas de Trump, la agencia católica Caritas condenó este lunes "enérgicamente la imprudente decisión de la Administración estadounidense de cerrar abruptamente programas y oficinas financiados para desmantelar la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID)".
"Caritas reconoce el derecho de cualquier nueva Administración a revisar su estrategia de ayuda exterior. Sin embargo, la forma despiadada y caótica en que se está aplicando esta insensible decisión amenaza la vida y la dignidad de millones de personas", aseguró.
Y añadió que "detener la USAID pondrá en peligro servicios esenciales para cientos de millones de personas, socavará décadas de progreso en la ayuda humanitaria y al desarrollo, desestabilizará regiones que dependen de este apoyo crítico y condenará a millones a una pobreza deshumanizadora o incluso a la muerte", advirtió.
El papa Francisco condena las deportaciones de Trump y la Casa Blanca responde que el Vaticano tiene su propio muro
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