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El partido MAS expulsa al presidente boliviano Luis Arce y ratifica a Evo Morales como candidato presidencial para 2025

“‘Lucho’ (Luis) Arce fue invitado al congreso y no ha ido al congreso. Esto se consideró un hecho de autoexpulsión, automarginamiento y autoexclusión de parte de ‘Lucho’ Arce. El congreso ha concluido con todas las formalidades de acuerdo a la ley y a nuestros estatutos”, dijo a France 24 el diputado “evista” Héctor Arce, uno de los críticos más duros de la gestión del presidente.

Los anuncios se dan en medio de una crisis política en el seno del partido, que en las últimas semanas llevó a la división entre dos líneas políticas, una liderada por Morales; la otra por Arce.

En medio de la fractura, la parte liderada por Morales había planteado una cumbre de la formación desde este 3 de octubre a la que Arce no acudió. Por su ausencia también fue expulsado el vicepresidente del país, David Choquehuanca.

En paralelo, agregó el diputado Arce, se ha ratificado a Evo Morales como presidente del MAS por los próximos dos años y fue aclamado como el candidato único del partido gobernante para las elecciones del Bicentenario en 2025, cuando Bolivia cumplirá 200 años de vida independiente, según dijo.

Las decisiones fueron confirmadas por dirigentes del sector de Morales al final repentino del congreso que debía haberse celebrado hasta el jueves 5 de octubre, pero que fue acortado después de que los “evistas” acusaran al Gobierno de intentar sabotear la reunión con una decisión judicial.

“El MAS-IPSP va a recuperar nuestra revolución para salvar la patria nuevamente”, dijo Morales al final de su discurso de clausura de congreso, en el que también acusó al Gobierno de Arce de mentir sobre la situación económica del país.

Además, dijo que “lamentablemente, el Gobierno” de Arce, “peor que el gobierno de facto, peor que los gobiernos neoliberales” intentaron hasta el último momento que el congreso fuera postergado, pero “felizmente gracias a la unidad, gracias a las delegadas, delegados, el congreso terminó legal y oficialmente”, dijo.

El exmandatario, que gobernó Bolivia entre el 2006 y el 2019, convocó a volver a las filas del MAS a los compañeros que “están equivocados”, en alusión a los miembros del partido que siguen al presidente Arce.

La Justicia había aceptado detener el congreso del MAS
La Sala Constitucional del departamento de Santa Cruz aceptó una demanda de la Confederación de Mujeres Campesinas Bartolina Sisa de esa región para paralizar el congreso “masista” y la resolución de la suspensión se conoció en los medios horas antes de la clausura del congreso. Pero los dirigentes “evistas” insistieron en que no fueron notificados.

El grupo campesino denunció que no estaba representado en el congreso. La Sala Constitucional de Santa Cruz ha convocado para el jueves a una audiencia virtual para pronunciarse sobre la demanda y las decisiones anunciadas por los “evistas”.

El presidente Arce y el vicepresidente Choquehuanca habían decidido no participar del congreso con el argumento de que la representación de los sectores sociales fundadores del MAS había sido mermada.

Arce ha cuestionado la reunión al considerar que era un evento “forzoso” y “un atropello” que, a su juicio, despoja a las organizaciones sociales “de su propio instrumento político”. “La convocatoria a este congreso forzado, forzoso es apenas de cinco representantes para los Interculturales, cinco representantes para la Csutcb (Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia) y cinco para nuestras hermanas Bartolinas. Eso es un atropello a las organizaciones sociales”.

Al respecto, el diputado “evista” Héctor Arce ratificó que el congreso “era un hecho consumado” y contó con observadores del Tribunal Supremo Electoral (TSE), pero admitió que “habrá batalla legal en adelante”.

La pelea en la Justicia, según diversos analistas, incluirá una disputa por la sigla del MAS, el partido que ha sido determinante en la historia de Bolivia en las dos últimas décadas, pero que está fracturado con las tendencias de Morales y Arce, que controlan a sus respectivos sectores sociales y grupos parlamentarios.

La pugna entre “evistas” y “masistas”
Esta disputa entre Arce y Morales ha tenido varios hitos en los últimos meses y ha llegado a las batallas campales entre sectores sociales divididos y las pugnas en el Legislativo por la posición antigubernamental de los “evistas”, pero se precipitó con el anuncio la semana pasada del expresidente de que sería el candidato del partido “masista”.

La ratificación del ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, a fines de junio, tras haber sido censurado por los “evistas” y la oposición, ha sido considerado como el evento que hizo irreconciliable la división entre los dos líderes políticos. Morales considera a Del Castillo y al ministro de Justicia, Iván Lima, como sus “enemigos”.

Desde que asumió el poder, Arce ha tratado de labrarse un perfil propio frente a Morales y ha logrado controlar algunos sectores sociales, pero también ha tenido ver resignada su gestión en varias medidas económicas por la falta de apoyo del sector parlamentario “evista”

Morales renunció al poder en 2019 en medio de una fuerte crisis social y política producto de las elecciones fallidas de ese año, y por peticiones planteadas por las Fuerzas Armadas y la Policía.

Asumió la presidenta transitoria Jeanine Áñez, hoy en prisión acusada de un supuesto golpe de Estado, y en 2020 el MAS volvió al poder con el triunfo electoral de Arce, con el apoyo del exmandatario.

Los sectores sociales afines al presidente Luis Arce realizarán el 17 de octubre una marcha desde la ciudad de El Alto a La Paz para desconocer las resoluciones del congreso impulsado por Morales. Esa movilización también ha anunciado la celebración de un cabildo en La Paz para dar su apoyo al presidente Arce.