Hablando en la iglesia de Martin Luther King, el presidente estadounidense, Joe Biden, dijo el domingo que su famoso sueño de igualdad y justicia "todavía no" se ha hecho realidad y llamó una vez más a luchar por "el alma" de la nación.
"He hablado frente a Parlamentos, reyes, reinas y líderes de todo el mundo, pero aquí me siento intimidado", dijo el gobernante demócrata, el primer titular del Ejecutivo en hablar durante el servicio dominical en la Iglesia Bautista Ebenezer, en Atlanta (estado de Georgia, sur ).
Aquí ofició el difunto líder negro y activista de derechos civiles Martin Luther King, que este domingo habría cumplido 94 años.
Biden evocó el discurso más célebre del icono de la lucha contra la discriminación racial y también pastor bautista -asesinado en Memphis en 1968-, en el que lanzó la expresión "Tengo un sueño".
"Sigue siendo la misión de nuestro tiempo hacer realidad este sueño, porque aún no es el caso", subrayó Biden.
Al recordar que había instalado un busto del pastor en el Despacho Oval de la Casa Blanca, el presidente dijo, utilizando una de sus fórmulas favoritas: "La batalla por el alma de Estados Unidos es eterna" y resaltó que es una "lucha constante".
"Aún queda mucho trabajo por hacer en justicia económica, derechos civiles, derecho al voto”, reconoció Joe Biden, cuya carrera política, hasta su conquista de la Casa Blanca, descansó en gran medida en el apoyo de los votantes afroamericanos.
Biden había sido invitado a Atlanta por Raphael Warnock, hoy pastor principal de la iglesia, pero también senador demócrata que ganó en el estado una disputada votación en noviembre pasado contra un candidato apoyado por el expresidente republicano Donald Trump