La experiencia científica y capacidades operativas de su equipo epidemiológico, su experiencia previa en la realización de estudios clínicos y el peak de contagios que enfrenta el país, son las razones que llevaron a las gigantes Pfizer y BioNtech a elegir a Argentina para realizar las pruebas de su prometedora vacuna contra el covid-19.
Los ensayos de esta vacuna estaban siendo realizados en ciudadanos de Estados Unidos y Alemania, y ahora comenzarán también en otros países, entre ellos, Argentina, según informaron desde Pfizer y BioNtech al diario argentino La Nación.
Se trata de la fase 2b /3 de la vacuna candidata con tecnología ARNm, que actualmente se encuentran en fase 1/ 2 y que, el pasado 1 de julio obtuvo datos preliminares positivos en 45 individuos por su seguridad y eficacia.
Ambos laboratorios, que están realizando una investigación coordinada, trabajaron en una primera instancia con 200 personas en Alemania y 370 en Estados Unidos. Luego se focalizaron en los resultados de 45 de estos voluntarios.
"La idea ahora es acceder a una representación variada de ciudadanos que participarán desde la ciudad y desde el Gran Buenos Aires", dijo Nicolás Vaquer, gerente general de Pfizer Argentina.
Ambas empresas declararon que esperan poder comenzar con los estudios fase 2b/3 en agosto, cuando lleguen las aprobaciones regulatorias apropiadas en los mercados globales seleccionados. El país se suma de esta manera a un ensayo global, que se hará con la suma de 30.000 voluntarios de distintas partes del mundo.
Argentina se une así a los voluntarios ya reclutados en Estados Unidos y Alemania, los países de origen donde se desarrolló el avance científico. Las pruebas en la Argentina comenzarán a gestionarse desde el Hospital Militar y desde allí podrían extenderse a distintos puntos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). No estarán limitadas a los profesionales de la salud o personal de seguridad, sino que estaría abierto a la población general.
Según se explicó, los voluntarios que se convocarán serán personas sanas -a los que se los someterá a una prueba de Covid-19 antes del ensayo- para probar la eficacia en la prevención de la enfermedad.
De acuerdo con los ensayos preliminares la vacuna candidata permite desarrollar un nivel de anticuerpos altos, tan altos como los de los enfermos que se logran recuperar. Las pruebas mostraron seguridad ya que no registraron efectos secundarios adversos, más allá de enrojecimiento localizado en el lugar donde se inyectan las dos dosis y fiebre baja, afirmó Vaquer.