El crimen de Daniel Correa, joven futbolista brasileño perteneciente a los registros del Sao Paulo, sigue ofreciendo espeluznantes detalles. Durante el fin de semana, la policía brasileña detuvo a tres personas que también participaron del hecho ya que, de acuerdo con la investigación, acompañaron a Edison Brittes, confeso autor del asesinato, hasta la zona donde finalmente fue encontrado el cuerpo del malogrado jugador.
Las versiones de todos los implicados concuerdan. Excepto la de uno, que echa por tierra la coartada de los demás, quienes aseguraron que Correa supuestamente quiso abusar de la esposa de Brittes durante la fiesta de su hija, generando la reacción de su cónyuge.
Según la versión de Eduardo Henrique Da Silva, de 19 años, la intención inicial era castrar al joven deportista y dejarlo abandonado, pero vivo, para que él buscara ayuda por sus propios medios. Según su declaración, publicada por el diario brasileño Globo, todo cambió cuando Edison Brittes vio las fotos de Correa con su esposa, que este previamente había enviado a uno de sus amigos. En ese momento, detalla el medio, Brittes detuvo el auto, fue al maletero donde estaba Correa y lo atacó con puñaladas en el cuello. Después de eso le cortó los genitales.
Luego, Brittes, su esposa, su hija y los tres implicados se reunieron en un centro comercial para acordar la versión que finalmente entregaron a la policía, sin contar con el testimonio de Da Silva, que sembró más dudas en torno a la investigación.
Correa fue encontrado el pasado 27 de septiembre en una zona boscosa de Paraná, casi decapitado y sin genitales, según detalló en ese momento la policía local. De momento, todos los involucrados están privados de libertad de manera preventiva, pues las autoridades decretaron un plazo de 30 días para aclarar la situación.
En tanto, otra de las teorías que manejan los investigadores es que Brittes y su esposa habrían acordado realizar un trío con Correa y que, en ese transcurso, algo salió mal.