La cadena nacional de televisión japonesa NHK, en conjunto con la Escuela de Medicina de la Universidad St. Marianna de Kawasaki, llevaron adelante un experimento con luz ultravioleta, para comprobar cuan rápido puede propagarse el coronavirus a través de superficies y en espacios comunes.
En la oportunidad, nueve personas compartieron un buffet, y uno de ellos fue quien recibió en sus manos una pintura que representaba el "virus". Así, todos se movieron por el lugar, simulando un comportamiento idéntico al que tendrían de forma regular.
Después de 30 minutos la luz fue apagada y al encender la ultravioleta el hecho quedó al descubierto. Todas las personas tenían resto de pintura, incluso algunas en su rostro. Lo mismo con los objetos que se encontraban en las mesas, según consignó el National Post