En su esperado libro de memorias, el príncipe Harry cuenta que fue agredido por su hermano William –heredero al trono británico– durante una discusión, que consumió cocaína a los 17 años y mató a 25 personas durante sus misiones militares en Afganistán.
Titulada "Spare" ("En la sombra" en español), la autobiografía verá la luz a nivel mundial el 10 de enero, en un contexto de fuerte tensión en el seno de la familia real británica.
Sin embargo, algún medio como el diario izquierdista británico The Guardian tuvo acceso a ella por adelantado.
Y otros se la procuraron aprovechando que durante unas horas fue puesta accidentalmente a la venta el jueves por la librería española Casa del Libro, que retiró rápidamente el libro tras darse cuenta del error.
En él, Harry, de 38 años, relata una disputa en 2019 en Londres durante la cual Guillermo tildó a la ex actriz estadounidense Meghan Markle, con la que se había casado un año antes, de "difícil", "grosera" y "áspera".
"Me agarró por el cuello (de la camisa), arrancándome el collar, y me tiró al suelo. Aterricé sobre el cuenco del perro, que se rompió bajo mi espalda, los trozos cortándome", explica.
Después, se mostró "arrepentido y se disculpó", reconoce según The Guardian.
El príncipe también admite que con 17 años consumía cocaína.
"En casa de alguien, durante un fin de semana de caza, me ofrecieron una raya, y desde entonces consumí algunas más", explica según Sky News. "No era muy divertido (...) pero me hacía sentir diferente", cita la web del canal, que también se hace eco de cómo Harry perdió la virginidad en "un humillante episodio con una mujer dama" que lo trató como a un "joven semental".
El príncipe reconoce asimismo, sin "miedo a ese número", que mató a 25 "talibanes" cuando fue desplegado como piloto de helicóptero en Afganistán, considerando a sus blancos como "piezas de ajedrez", según el Daily Telegraph.
E incluso que el ahora rey Carlos III hacía "sádicas" bromas sobre el "verdadero" padre de Harry, que creció entre rumores sobre su parecido con el mayor James Hewitt, amante de su madre, la princesa Diana, según Page Six.
El Palacio de Buckingham no hizo comentarios.
La familia real británica llevaba meses preparándose para las revelaciones potencialmente explosivas en las memorias del príncipe que en 2020 sacudió a la monarquía cuando junto a Meghan abandonó la institución.
La publicación se vio trastocada por la muerte en septiembre de su abuela Isabel II, a los 96 años, que llevó al trono a su padre, de 74 años, quien será oficialmente coronado en mayo.
Tras años de rumores sobre la tumultuosa relación entre Harry y William, muy unidos en su adolescencia por la muerte de su madre en 1997, el menor de los príncipes ya había atacado al mayor en una controvertida serie documental estrenada por Netflix en diciembre.
En ella, él y Meghan, de 41 años, relataron sus dificultades en el seno de la familia real y fustigaron los ataques racistas contra la ex actriz, que es mestiza, y el acoso de la prensa sensacionalista británica.
Harry también acusó al entorno de su hermano de la cobertura mediática negativa contra ellos, debida, según afirmó, a que "robaban protagonismo" a otros miembros de la familia real.
Desde que se fueron a vivir a Estados Unidos, la imagen de la pareja cayó en picado en el Reino Unido, donde muchos los acusan de ser egoístas y aprovechados.
"Estoy cansada de todo esto, de oír los problemas en su familia cuando todos los tenemos", dijo a la AFP Catherine Doherty, una secretaria de 63 años, en las calles de Londres. Por su parte Jacob Morton, empleado de hotelería de 25 años, consideraba "muy extraño que esté aireando toda esta ropa sucia".
En extractos de una entrevista televisiva antes del lanzamiento del libro, cuya difusión está prevista este domingo, Harry asegura que quiere "una familia, no una institución".
"Me gustaría recuperar a mi padre. Me gustaría recuperar a mi hermano", afirma.
Aunque aparecieron juntos, con sus respectivas esposas, en septiembre en Windsor tras la muerte de su abuela, los dos hermanos apenas se hablan desde que Harry y Meghan se marcharon a California.
Desde allí, lanzaron duras acusaciones contra la familia real en una explosiva entrevista en 2021 con la estrella de la televisión Oprah Winfrey, incluida una de racismo.