La Fiscalía General de Brasil pidió este martes condenar al expresidente Jair Bolsonaro así como a siete de sus excolaboradores por cargos de golpe de Estado, reporta la estatal Agencia Brasil.

El 8 de enero de 2023, un grupo de simpatizantes de Bolsonaro irrumpió en la plaza de los Tres Poderes en Brasilia. Según la acusación, el objetivo era subvertir el resultado de las elecciones de 2022 y el traspaso de mando, con supuestos planes de asesinar al entonces candidato ganador, Luiz Inácio Lula da Silva, a su compañero de fórmula Geraldo Alckmin y a un ministro del Tribunal Supremo.

Agrega la agencia de noticias que el documento que envió la Fiscalía al Supremo Tribunal Federal detalla los argumentos que respaldan los cargos de organización criminal armada, intento de abolición directa del Estado Democrático de Derecho, golpe de Estado, daño calificado por violencia, y grave amenaza y deterioro de patrimonio inmueble.

El caso ha señalado a más de 34 personas como presuntos participantes en la supuesta trama golpista.

El fiscal general de Brasil, Paulo Gonet Branco, ha señalado a Bolsonaro como “el principal articulador y el mayor beneficiario” de la supuesta trama golpista.

Las penas máximas por los delitos mencionados superan los 30 años de prisión.

“Con el apoyo de altos funcionarios del Gobierno y de sectores estratégicos de las Fuerzas Armadas, (Bolsonaro) movilizó sistemáticamente agentes, recursos y poderes del Estado, sin importar el interés público, para propagar narrativas falsas, provocar inestabilidad social y defender medidas autoritarias”, indica, de acuerdo con Agencia Brasil, que añade que la defensa tiene 15 días para presentar sus alegatos.

Bolsonaro ha rechazado con firmeza las acusaciones en su contra. Se ha solicitado un comentario a sus representantes legales sobre la petición de la Fiscalía de este martes. En marzo, el expresidente negó cualquier responsabilidad en los hechos y mantuvo su inocencia.

Su hijo, el senador brasileño Flávio Bolsonaro, reaccionó este martes con un mensaje en sus redes sociales en el cual sostiene que “la democracia ha sido secuestrada en Brasil”, y en el que acusa al fiscal, sin mostrar pruebas, de “haber tomado altas dosis de Diazepam, que causa confusión mental y alucinaciones”.

El juicio contra Jair Bolsonaro ha ganado aún más atención después de que el presidente de EE.UU., Donald Trump, anunciara que impondrá aranceles del 50 % a la importación de productos brasileños si no se detiene la “caza de brujas” en contra del exmandatario brasileño.

El Gobierno del mandatario Luiz Inácio Lula da Silva ha respondido advirtiendo que cualquier sanción de Washington será respondida con medidas recíprocas.