Calor, sequía e incendios desplazan en las conversaciones de los ciudadanos europeos a otros asuntos como la crisis económica o la guerra en Ucrania, con los termómetros disparados y con Inglaterra en alerta roja por primera vez en su historia por una ola de calor.
Si bien el caso de Inglaterra es muy llamativo, el resto del Reino Unido permanece en alerta naranja, con temperaturas que pueden superar los 40 grados centígrados, según la oficina meteorológica local, Met.
Londres es la ciudad que más está sufriendo el rigor de la canícula que, según la Met, tiene impacto "en las personas y las infraestructuras" y que puede llegar a generar una "situación muy opresiva" esta noche y también mañana, con previsión de 41 grados.
Sin embargo, la situación es peor en Francia, donde quince departamentos de la fachada atlántica están en alerta roja y la ola de calor se ha apuntado algunos récords como el del puerto bretón de Brest con 35,8 grados -algo más de dos grados y medio que el anterior, de 1949- aunque el problema más grave aquí son los incendios.
Hoy, otras 11.500 personas han sido evacuadas en las localidades de Villandraut, Noaillan y Léogeats, cerca de Landiras, y de los barrios de Miquelots y Pilat en La Teste de Buch, por los dos incendios al sur de Burdeos que desde el martes pasado han devastado unas 15.000 hectáreas. Sumadas a las 16.000 de los días anteriores, son cerca de 28.000 las personas desalojadas de sus domicilios o de campings de la zona y, aunque no ha habido víctimas mortales, algunos edificios han sido pasto de las llamas.
La buena noticia es la llegada mañana de un frente de tormentas que descargará entre los Pirineos y la frontera belga, con lo que el calor quedará acorralado en el sureste de Francia.
En España la intensa, duradera y extensa ola de calor llega a su fin este lunes, tras nueve días de máximas entre los 39 y los 45 grados que, según estimaciones del Instituto de Salud Carlos III dependiente del Ministro español de Sanidad, han podido causar 510 muertes atribuibles a las altísimas temperaturas.
Además, los incendios activos en España se han cobrado ya dos vidas y han arrasado, al menos, unas 25.000 hectáreas, favorecidos por las altas temperaturas y el viento. Italia también sufre, con termómetros de hasta 42 grados por el día y 30 por la noche en el centro y norte del país -en la Toscana, Umbría, el Lacio y la Llanura Padana- combinados con la mayor sequía de los últimos setenta años.
Los meteorólogos italianos ya advierten de que la que acaba de comenzar será "la semana más calurosa de 2022" debido al anticiclón africano bautizado significativamente como "Apocalypse4800", con temperaturas récord incluso en macizos alpinos como el Mont Blanc, donde se espera una máxima inédita de 10 grados.
El ascenso de temperaturas en los glaciares puede provocar catástrofes como el reciente desprendimiento de la Marmolada en los Dolomitas, que causó once muertos.
Este domingo se registró un nuevo suceso de este tipo en la zona, aunque en esta ocasión sin víctimas. Situación parecida se vive en Austria con el mercurio en 37 grados en su parte este, no alpina, y donde el agua del lago Neusiedler, fronterizo con Hungría y muy popular para la práctica local de deportes de vela, está en su punto más bajo desde que comenzaron sus registros en 1965, aunque no ha llegado a secarse por completo como sucedió en 1865.
En Montenegro, un incendio azota desde el domingo la localidad de Kabao, próxima a la ciudad adriática de Herceg Novi, mientras en Suiza la alerta por calor afecta al oeste, la parte francófona del país, sobre todo a los cantones de Ginebra, Valais y Basilea, con temperaturas de hasta 39 grados.
En Países Bajos, por su parte, la alerta es amarilla por calor tropical hoy con temperaturas de hasta 35 grados en el centro y el sur y mañana será naranja, con termómetros que podrían superar los 39 grados, lo que ha llevado a la aplicación del Plan Nacional de Calor e incluso al retraso de la popular Marcha de los Cuatro Días de Nimega.
En Irlanda, este lunes Dublín alcanzó una temperatura de 33 grados centígrados, la más alta registrada en la ciudad desde que se toman estos datos, según la Oficina Meteorológica (Met Éireann).
En tanto en el Mediterráneo oriental, Chipre está en alerta amarilla con temperaturas de hasta 39 grados en el interior que se espera se mantengan al menos hasta el jueves, mientras Grecia registra valores calurosos pero normales para la época, si bien el ambiente propicia incendios forestales todos los días: hoy en la región de Acaya, en el sur, y en la isla de Eubea, donde al año pasado varios fuegos arrasaron la cuarta parte de su superficie.
En la orilla sur del Mediterráneo el calor también alimenta el fuego y, en Marruecos (África), los equipos de extinción luchan por sexto día consecutivo contra varios incendios forestales declarados en cinco provincias que han quemado unas 6.600 hectáreas, en su mayoría de alcornocales, además de provocar la evacuación de 1.300 familias en la provincia de Larache y otras 500 en la de Taza.