El ministro neozelandés de Salud, David Clark, quien se saltó el confinamiento para ir a la playa con su familia y criticó a un funcionario muy apreciado en el país, dimitió este jueves.
El futuro de Clark en el gobierno del archipiélago ya quedó en entredicho en abril, cuando reconoció haber violado las reglas del confinamiento para ir a la playa con su familia, una excursión “idiota”, de la que se arrepintió.
Entonces la primera ministra Jacinda Ardern decidió mantenerlo en el cargo alegando que no era el momento para desestabilizar el sector sanitario.
Pero cuando faltan dos meses para las elecciones legislativas, la dirigente laborista parece ahora convencida de que la presencia de Clark en el gobierno ya no es adecuada.
“Es esencial que los altos cargos de la salud cuenten con la confianza de los neozelandeses”, declaró Ardern. “Como me dijo David las necesidades del equipo pasan por delante de las del individuo”.
Desde que se conoció su escapada a la playa a unos 20 kilómetros de su domicilio, Clark permaneció alejado de los focos.
Era el director general de salud Ashley Bloomfield quien acompañaba a Ardern en la rueda de prensa diaria sobre el nuevo coronavirus.
También fue Bloomfield el más alabado en las redes sociales por la batalla contra la epidemia.
De ahí que la opinión pública se enfadara cuando Clark criticó a Bloomfield por una serie de errores en el respeto de las medidas de cuarentena. La intervención del ministro criticando ante las cámaras a su subordinado se hizo viral.
Sus detractores acusaron al ministro de castigar a Bloomfield “como a un cachorro”.
Ardern precisó que el ministro de Educación, Chris Hipkins, se hará cargo de la cartera de Salud hasta las elecciones del 19 de septiembre