La plaza Shahid Alikhani es una parte anodina de la histórica ciudad iraní de Isfahan. Su único reclamo de prominencia es la gran entrada a una de las principales estaciones de metro de la ciudad.
Pero ahora se ha convertido en un lugar de peregrinación para los seguidores del destacado futbolista iraní Amir Nasr-Azadani, en la foto, que temen que el joven pueda ser ejecutado en la plaza, donde se ha instalado una plataforma de ejecución, un testigo cercano a Nasr-Azadani en Irán le dijo a CNN.
Las familias iraníes aterrorizadas creen que mientras el mundo occidental está preocupado por las celebraciones navideñas, una ola de ejecuciones en el país es inminente tras las recientes protestas que han barrido el país tras la muerte en septiembre de Mahsa Amini, una joven detenida por la policía de la moral, tras ser acusada de usar indebidamente su hiyab.
En colaboración con el grupo activista 1500Tasvir, CNN ha verificado documentos, videos, testimonios de testigos y declaraciones del interior del país que sugieren que al menos 43 personas, incluido Nasr-Azadani, podrían enfrentar una ejecución inminente.
Las autoridades ya ejecutaron al menos a dos personas en relación con las protestas en Irán el mes pasado, una de las cuales fue ahorcada públicamente.
Testimonios de testigos y documentos oficiales, revisados por CNN y 1500Tasvir, proporcionan evidencia que sugiere un proceso judicial apresurado en Irán; cargos que podrían conllevar la pena de muerte, a menudo dictados en una sola sesión.
Nasr-Azadani está acusado de participar en el asesinato de tres oficiales de seguridad, incluidos dos miembros voluntarios de la milicia Basij, durante las protestas en Isfahan el 16 de noviembre, informó la semana pasada el medio estatal iraní IRNA.
Según los medios estatales, el presidente del Tribunal Supremo de la ciudad, Asadullah Jafari, dijo que Nasr-Azadani había sido acusado de Baghi, o disturbios contra las autoridades. Según el código penal de Irán, la sentencia conlleva la pena de muerte.
Desde entonces, un testigo de su arresto dijo que esperaba que Nasr-Azadani fuera liberado, pero que, sin embargo, visitaba la plaza Shahid Alikhani todos los días para ver si las autoridades se presentaban con el futbolista y lo ejecutaban en el patíbulo. “Desde el día en que fue arrestado, las autoridades nos dijeron que sería liberado al final de la semana”, le dice el testigo a CNN.