Petr Pavel derrotó en segunda vuelta a su contrincante con más del 58% de los votos. El mandatario electo respalda la permanencia en la Unión Europea y la OTAN, así como el apoyo constante a Ucrania. Asumirá el puesto el próximo 8 de marzo.
A pesar de que el presidente de la República Checa tiene una función mayoritariamente ceremonial, la batalla por el puesto en las urnas estuvo reñida. Por la jefatura de Estado se presentaron dos candidatos a la segunda vuelta: el multimillonario y ex primer ministro, Andrej Babis, y el general del Ejército checo retirado Petr Pavel.
Este último ganó el balotaje con el 58,3% de los votos. Al conocer el conteo, Pavel se dirigió a sus partidarios presentes en el punto de concentración de su campaña.
“Han ganado los valores de la verdad, el respeto y la humildad”, dijo, “que son valores compartidos, y deseo que vuelvan al Castillo de Praga (sede de la Presidencia) y a nuestros políticos”. En otro momento afirmó que habían “dejado atrás una de las peores campañas, una de las más desagradables” de la historia del país, “en la que el populismo se unió al extremismo”, lo que consideró muy peligroso.
Y es que el proceso previo a la elección estuvo plagado de choques violentos, amenazas de muerte, ciberataques a los sitios web de los aspirantes y el envío de sobres con balas dentro y mensajes ofensivos e intimidatorios.
Pavel en 1985 se inscribió en el partido Comunista. Duró hasta 1989 en ese partido. Ahora, en diversas entrevistas se señala que es un político de centro derecha.