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Genocidio de palestinos: Aumentan a cerca de 22 mil los fallecidos y 56 mil 500 heridos por los ataques de Israel sobre la Franja de Gaza

El número de víctimas en la Franja de Gaza por la ofensiva del Ejército israelí aumentó a 21.822 muertos y 56.451 heridos, la mayoría niños y mujeres, informó este domingo el Ministerio de Sanidad del enclave palestino, en la jornada 86 de guerra entre Israel y el grupo islamista Hamás.

"En las últimas 24 horas, la ocupación israelí cometió 12 masacres contra familias en la Franja de Gaza, dejando 150 muertos y 286 heridos", indica un comunicado del Ministerio, controlado por Hamás.

El devastado enclave palestino vive el último día del 2023 sumergido en la destrucción de la guerra, con más de 7.000 personas desaparecidos bajo los escombros, lo que podría incrementar aún más el número de víctimas.

Durante la noche y la madrugada, los bombardeos israelíes cayeron sobre tres mezquitas: las de Al Muhajirin y Al Sahaba, en el campo de refugiados de Al Maghazi, y la de Al Furqan en la ciudad de Deir al Balah, todas situadas en el centro de Gaza, indicó la agencia oficial de noticias palestina, Wafa.

"Decenas de civiles inocentes, en su mayoría niños y mujeres, murieron y otros resultaron heridos durante las primeras horas de la mañana de hoy en medio incesantes bombardeos y ataques con artillería israelíes en toda la Franja de Gaza", añadió.

Cerca de ahí, se reanudaron los ataques de artillería en las zonas orientales de los campos de refugiados de Bureij y Nuseirat, causando numerosas víctimas.

En el sur del enclave palestino también se agudizaron los ataques: cerca de Jan Yunis, donde se cree que se esconden los líderes de Hamás, "un helicóptero israelí abrió fuego indiscriminadamente contra barrios residenciales", mientras que en Rafah, en el extremo sur junto a Egipto, un ataque con drones atacó viviendas, aseguró Wafa.




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Entre las víctimas de estos ataques se encuentra Sheikh Yousef Salama, exministro de Asuntos Religiosos y predicador de la Mezquita de Al Aqsa en Jerusalén, cuya vivienda en el campo de refugiados de Al Maghazi fue destruida por los últimos bombardeos, según la agencia palestina.

La guerra estalló el 7 de octubre tras un masivo ataque de Hamás que incluyó el lanzamiento de cohetes y la infiltración simultánea de unos 3.000 milicianos que masacraron a unas 1.200 personas y secuestraron a otras 250 en poblaciones cercanas a Gaza.

El sábado, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aseguró que la guerra "durará varios meses más", mientras continúa sin dar detalles sobre cómo liberar a los rehenes aún cautivos en la Franja ni especifica cuál es el plan para la posguerra de Israel.

Argumentando que Hamás utiliza infraestructura civil para sus operaciones militares, Israel ha bombardeado viviendas, escuelas, hospitales, templos, plantas de tratamiento y abastecimiento de agua, así como instalaciones de telecomunicaciones o de suministro de energía.

La guerra ha dejado también unos 1,9 millones de desplazados en Gaza, un 85 % de la población de la Franja, que viven en medio de una crisis humanitaria sin precedentes por el colapso de los hospitales, el brote de epidemias y la escasez de agua potable, alimentos, medicinas, electricidad y combustible