Una estatua del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, emulando a Nerón, el emperador que vio arder a Roma mientras tocaba su lira, fue levantada por la organización Greenpeace en una zona devastada del Pantanal en protesta por la “negligencia” del gobierno en la protección ambiental del país.
“Al igual que Nerón y su lira en la Roma incendiada, la loca melodía de los abusos y desmontes del gobierno de Bolsonaro simboliza el proyecto de destrucción que aviva el fuego en los principales biomas naturales brasileños”, señala el comunicado de Greenpeace divulgado este viernes.
La estatua, de cuatro metros de altura y en su mayoría blanca, simula a la del emperador Nerón, pero tiene el rostro de Bolsonaro. Con una corona de olivos sobre su cabeza, una lira dorada en su mano izquierda y la derecha extendida como dando una orden, la efigie se complementa con una túnica sobre la cual se extiende la piel de un jaguar, el principal felino de América, también amenazado por el fuego.
Los incendios en el Pantanal, el humedal más grande del planeta, han crecido más de un 200% entre enero y septiembre de este año, los mayores registrados para este período desde 1998 cuando comenzaron a analizarse los datos.
El Pantanal es un bioma de 250.000 kilómetros cuadrados compartido entre Brasil, Bolivia y Paraguay, pero con el 56 % de su superficie en suelo brasileño (en el centro oeste del país). El 26 % de esa área ya fue devastada con las llamas.