La reunión de emergencia del Grupo de Lima terminó este lunes en Ottawa con el compromiso de sus integrantes de no considerar la opción militar para forzar la salida de Nicolás Maduro de la Presidencia de Venezuela y con una petición a otros países para que aumenten la presión económica sobre su gobierno.
En su declaración final tras seis horas de reuniones, el Grupo de Lima, con la ausencia de México, que se ha desvinculado de la iniciativa tras la llegada al poder del izquierdista Andrés Manuel López Obrador, dijo que reitera "su apoyo a un proceso de transición pacífica a través de medios políticos y diplomáticos sin el uso de fuerza".
El Grupo de Lima también decidió que a partir de su siguiente reunión, que se celebrará en Colombia "próximamente", integrará a Venezuela con la incorporación de un representante del autoproclamado presidente interino venezolano, Juan Guaidó; una función que asumirá el político y abogado Julio Borges.
Durante la rueda de prensa final, la anfitriona de la reunión, la ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, repitió que ni el Grupo de Lima ni su propio gobierno contemplan la opción militar.