El balance de muertos del terremoto de magnitud 7,8 que sacudió el lunes a Turquía y Siria supera los 12 mil muertos, según nuevos datos difundidos este miércoles.
Según el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, 50.000 personas resultaron heridas. "Hemos tenido dificultades al principio con los aeropuertos y en las carreteras, pero hoy estamos mejor y mañana estaremos mejor", afirmó el jefe del Estado turco, ante las críticas y el enojo por la lentitud de la ayuda.
En medio de la pena y la rabia por esta falta de ayuda a las víctimas, una desgarradora fotografía ha dado vuelta al mundo.
Se trata de una conmovedora imagen captada por el fotógrafo de AFP, Adem Altan, donde se ve a un hombre, Mesut Hancer, negándose a dejar la mano de su hija de 15 años muerta bajo los escombros.
"Nunca dejó la mano de su hija Irmak, quien murió en Değem", publicó el fotógrafo en su cuenta de Twitter.
El padre se encontraba en un estado de gran dolor, esperando que los equipos de rescate sacaran el cuerpo de Irmakleyla Hancer.
Vestido con un abrigo de color naranjo con rayas reflectantes, Mesut se encontraba sentado sobre un montón de escombros y sosteniendo la mano sin vida de su hija que sobresalía de debajo de un enorme bloque de hormigón que se había derrumbado sobre la cama de la pequeña, aplastándola hasta la muerte.