La sede central de la Radio Televisión de la República Islámica de Irán (IRIB), ubicada en el tercer distrito de Teherán, fue alcanzada por un bombardeo israelí este lunes, mientras se desarrollaba una transmisión en vivo. El hecho fue confirmado por las autoridades de ambos países y representa un nuevo punto álgido en la escalada de tensiones entre Irán e Israel.

Este ataque se produjo mientras la conductora Sahar Emami se encontraba al aire, en directo, criticando a Israel. El impacto fue captado por las cámaras y segundos después, la señal fue completamente interrumpida. La emisora logró reanudar la transmisión horas más tarde desde estudios alternativos, según confirmó la agencia oficial IRNA.

El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, se atribuyó la operación y justificó el ataque afirmando que la IRIB era “la autoridad de difusión de propaganda e incitación del régimen iraní”. En un mensaje emitido desde Jerusalén, explicó que la zona había sido evacuada previamente por el ejército israelí con el objetivo de minimizar las víctimas civiles. “El dictador iraní está paralizado en todas partes”, sentenció Katz.

Horas antes del ataque, el portavoz militar israelí, coronel Avichay Adraee, había emitido una advertencia pública a los habitantes del tercer distrito de Teherán, donde se encuentra el edificio de IRIB. El vocero instó a la evacuación inmediata del área ante un posible ataque contra “infraestructuras militares del régimen iraní”.

En el mismo distrito afectado funcionan también hospitales, embajadas, la sede de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), un edificio policial y oficinas de agencias internacionales como AFP. Un periodista de esta agencia aseguró haber escuchado fuertes explosiones también en el oeste de Teherán, lo que indicaría una operación de mayor escala.

Desde la televisora estatal, el directivo Hassan Abedini repudió la ofensiva israelí: “El régimen sionista no comprendió que la voz de la revolución islámica y del gran Irán no será silenciada con una operación militar”. IRNA detalló que hubo dos ataques consecutivos y que los canales principales quedaron fuera del aire durante varios minutos.

Este episodio se da en medio de una escalada bélica sin precedentes entre Israel e Irán. Durante el fin de semana, se produjeron ataques cruzados, incluyendo bombardeos israelíes contra infraestructura nuclear iraní y el lanzamiento de más de 150 misiles balísticos desde Irán hacia territorio israelí.

Aunque las autoridades israelíes alegan que la ofensiva contra IRIB tuvo objetivos estratégicos y fue planificada para evitar muertes civiles, la comunidad internacional ha expresado su preocupación por el aumento del uso de la fuerza en zonas densamente pobladas. La posibilidad de una confrontación directa entre ambos países genera incertidumbre en toda la región.

Por ahora, el gobierno iraní no ha confirmado el número de víctimas ni ha dado detalles sobre los daños estructurales. La comunidad diplomática en Teherán se mantiene en alerta, mientras la población asiste, una vez más, a los efectos devastadores de un conflicto que amenaza con escalar a niveles aún más peligrosos.