Se sospecha de muchos focos fueron provocados de manera intencional, asomaron las autoridades.
Incendio en reserva forestal de Brasil arrasa con 64 mil hectáreas
El incendio que afecta al estado brasileño de Goiás (centro-oeste), ya ha calcinado más de 64.000 hectáreas, aunque está cerca de ser controlado, informaron este viernes fuentes oficiales.
La superficie calcinada corresponde al alrededor del 25 % del área total de conservación y las autoridades sospechan que muchos de los focos han sido provocados de manera intencionada.
El incendio comenzó el pasado 17 de octubre y desde entonces han aparecido nuevos frentes en diferentes puntos de la que es una de las áreas más importantes del hábitat conocido como Cerrado y alberga varias especies en peligro de extinción que solo viven en ese lugar, como el lobo de crin.
El último foco apareció en la víspera en el suroeste de la unidad, según señaló el instituto público Chico Mendes de Biodiversidad, administrador del recinto, en un comunicado.
Según el organismo, el fuego ya ha sido controlado en la mayor parte de la reserva, aunque las casi 400 personas que participan en las labores de extinción, entre bomberos, policías y voluntarios, continúan trabajando para evitar que se reaviven las llamas.
Creado en 1961, el parque nacional protegía unas 65.000 hectáreas, pero un decreto firmado en julio de este año por el presidente brasileño, Michel Temer, amplió el área total de conservación hasta las 240.000, una cifra aún lejos de las más de 600.000 hectáreas que tenía en su origen.
De acuerdo con las investigaciones preliminares, el incendio habría sido iniciado por grandes propietarios de la región en respuesta a la ampliación del área protegida.
Ante la dimensión que tomaron las llamas, la Fuerza Aérea Brasileña auxilió con una aeronave C-130 Hércules que ya ha regado la zona con 96.000 litros de agua en ocho salidas realizadas hasta la mañana de este viernes.
Por otro lado, la región centro-oeste de Brasil atraviesa una profunda sequía que ha provocado la proliferación de bastantes incendios cuya expansión se ha visto acelerada por el cúmulo de vegetación seca, las altas temperaturas y la falta de precipitaciones.
"El índice de humedad del aire está muy bueno y el calor es intenso, lo que sirve de combustible para el avance rápido del fueron", indicó Julio César Sampaio, coordinador del programa Cerrado-Pantanal de la organización WWF Brasil.
En 2001, la Chapada dos Veadeiros fue declarado Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco y su visita está limitada a tan solo 500 personas diarias, aunque por el momento permanece cerrado debido a los incendios.
La superficie calcinada corresponde al alrededor del 25 % del área total de conservación y las autoridades sospechan que muchos de los focos han sido provocados de manera intencionada.
El incendio comenzó el pasado 17 de octubre y desde entonces han aparecido nuevos frentes en diferentes puntos de la que es una de las áreas más importantes del hábitat conocido como Cerrado y alberga varias especies en peligro de extinción que solo viven en ese lugar, como el lobo de crin.
El último foco apareció en la víspera en el suroeste de la unidad, según señaló el instituto público Chico Mendes de Biodiversidad, administrador del recinto, en un comunicado.
Según el organismo, el fuego ya ha sido controlado en la mayor parte de la reserva, aunque las casi 400 personas que participan en las labores de extinción, entre bomberos, policías y voluntarios, continúan trabajando para evitar que se reaviven las llamas.
Creado en 1961, el parque nacional protegía unas 65.000 hectáreas, pero un decreto firmado en julio de este año por el presidente brasileño, Michel Temer, amplió el área total de conservación hasta las 240.000, una cifra aún lejos de las más de 600.000 hectáreas que tenía en su origen.
De acuerdo con las investigaciones preliminares, el incendio habría sido iniciado por grandes propietarios de la región en respuesta a la ampliación del área protegida.
Ante la dimensión que tomaron las llamas, la Fuerza Aérea Brasileña auxilió con una aeronave C-130 Hércules que ya ha regado la zona con 96.000 litros de agua en ocho salidas realizadas hasta la mañana de este viernes.
Por otro lado, la región centro-oeste de Brasil atraviesa una profunda sequía que ha provocado la proliferación de bastantes incendios cuya expansión se ha visto acelerada por el cúmulo de vegetación seca, las altas temperaturas y la falta de precipitaciones.
"El índice de humedad del aire está muy bueno y el calor es intenso, lo que sirve de combustible para el avance rápido del fueron", indicó Julio César Sampaio, coordinador del programa Cerrado-Pantanal de la organización WWF Brasil.
En 2001, la Chapada dos Veadeiros fue declarado Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco y su visita está limitada a tan solo 500 personas diarias, aunque por el momento permanece cerrado debido a los incendios.